Así Nicolás Maduro como Francisco Franco
Por mucho que pretendan lo contrario, en numerosas ocasiones los
gobernantes autoritarios y totalitarios de distinto signo parecen
inspirarse en el pasado. El llamado socialismo del siglo XXI no es una
excepción, y la realidad que va imponiendo sobre los países sometidos a
él resulta muy similar a la de los distintos socialismos (en sus
versiones no socialdemócratas) de la centuria pasada.
Tras heredar el trono de Hugo Chávez, Nicolás Maduro ha acelerado el
ritmo para convertir a Venezuela en una nueva Cuba castrista –que, cual
dragón de Komodo del terror político, es un régimen totalitario propio
de la segunda mitad del siglo XX–. Sin embargo, en el camino no faltan
obstáculos. Uno de ellos es que, a pesar de todo, perviven radios,
televisiones y periódicos que todavía no están sometidos al control del
Gobierno bolivariano. Si su predecesor puso todo su empeño en combatir
al periodismo no afín y utilizar los medios en beneficio propio, el
hombre al que el presidente muerto se le presenta en forma de pajarito
llega a superarle en el esfuerzo.
Maduro opta por técnicas que nos llevan a las dictaduras del siglo
XX. Para la mayor parte de los españoles, el término 'cadena' es algo
desconocido en el sentido que se le da en América del Sur –se utiliza en
países como Venezuela o Ecuador para referirse a la obligación que
tienen las emisoras privadas de radio y televisión de conectar con las
emisiones oficiales del gobierno cuando lo exijan las autoridades–. Sin
embargo, sí hay un precedente en la propia historia de España.
A lo largo de la larga dictadura franquista, las radios privadas (no
existían televisiones de este tipo) estaban obligadas a emitir 'el
parte', el informativo que elaboraba la pública Radio Nacional de España
(RNE). Esto se mantuvo hasta 1977,
dos años después de la muerte de Franco y uno antes de la aprobación de
la Constitución vigente en la actualidad. El denominado 'Noticiero de la verdad' que va a imponer Maduro es en esencia la versión moderna y venezolana del extinto 'parte' de la RNE franquista.
Es cierto que por el momento en Venezuela no se prohíben los
informativos elaborados por las radios y televisiones privadas, como sí
hacía el franquismo, pero la obligación de emitir un "noticiero" (en
realidad es propaganda) controlado por el Estado es el mismo. Maduro,
como antaño Franco, va a confiscar tiempo de emisión a las empresas
privadas para que muestren su versión de la realidad. No se puede
descartar que con el tiempo dicha versión sea la única autorizada en los
medios audiovisuales venezolanos.
No es en lo único que el socialismo del Siglo XXI, en este caso
venezolano y otros, se parece al franquismo. Las llamadas 'cadenas'
tienen un antecedente durante la última dictadura que ha vivido España.
Si las radios y televisiones de los países del bloque bolivariano están
obligadas a emitir los mensajes de las autoridades gubernamentales
cuando estas lo requieran, durante el régimen de Franco los periódicos
estaban obligados a insertar de forma gratuita comunicaciones del
Gobierno. Esto no deja de ser un precedente impreso de las citadas
'cadenas' en los medios audiovisuales.
Los socialismos autoritarios, sean de derechas (el franquismo, en
especial durante la época de predominio falangista) o sean de izquierdas
(como los del bloque del ALBA), se parecen mucho entre sí. Las técnicas
destinadas a controlar la información, o lo que se quiere hacer pasar
por ella, es un buen ejemplo de ello. Como dijimos, el 'Noticiero de la
Verdad' es en esencia el antiguo 'parte' de RNE. A la hora de obligar a
emitir supuestas noticias, así Nicolás Maduro como Francisco Franco.
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