Un premio de EE.UU. para el mal gobierno en El Salvador
The Wall Street Journal Americas
En 2001, mientras los estadounidenses sufrían los estragos de los
mortales atentados terroristas que cobraron las vidas de miles de
civiles inocentes en Nueva York, Washington y Pensilvania, el ex líder
guerrillero salvadoreño Salvador Sánchez Cerén encabezaba una turba que
celebró la masacre quemando banderas estadounidenses en las calles de
San Salvador.
El ex terrorista es ahora el vicepresidente del país y candidato a la
presidencia en las elecciones de 2014. La semana pasada, la Corporación
del Reto del Milenio (MCC por sus siglas en inglés), una agencia
independiente del gobierno de Estados Unidos creada por el Congreso de
ese país en 2004 para proporcionar ayuda a otros países, dio luz verde a
un nuevo paquete de asistencia de US$277 millones a El Salvador, lo que
en efecto otorgó un sello de aprobación a los métodos antidemocráticos
de gobernanza que representa Sánchez Cerén. John Kerry, secretario de Estado de EE.UU., también preside el directorio de MCC, que incluye al secretario del Tesoro, Jacob Lew;
el representante de Comercio de EE.UU., Michael Froman, y a Morton
Halperin, de las Fundaciones de la Sociedad Abierta de George Soros.
Para entender por qué tantos estadounidenses desconfían de la agenda
de política exterior de su gobierno basta con mirar esta extraña
decisión de ayuda internacional.
Pero primero es necesario considerar alguna información de contexto.
El grupo guerrillero al que pertenecía Sánchez Cerén—el Frente Farabundo
Martí de Liberación Nacional—es ahora el partido político de gobierno
en El Salvador, del cual también proviene el presidente, Mauricio Funes.
El gobierno encabezado por Funes y Sánchez Cerén, que ha estado en el
poder desde 2009, ha empobrecido significativamente a los salvadoreños y
les ha restado libertad. Su reputación internacional como un destino
para el capital se ha deteriorado seriamente y abundan las acusaciones
de corrupción. El Foro Económico Mundial, el Banco Mundial y
Transparencia Internacional han aludido al empeoramiento del clima de
inversión en El Salvador. (Comenté más a fondo estos problemas en una columna del 1 de julio).
El cambio de fortuna de El Salvador comenzó bajo el predecesor de
Funes, el presidente de centro-derecha Tony Saca, que gobernó entre 2004
y 2009 y quien también tuvo un problema con el Estado de derecho. Desde
entonces, Saca ha sido expulsado del partido Arena y hoy desempeña el
papel de una tercera fuerza política que podría ser importante para
formar alianzas.
Aun así, los acontecimientos más perturbadores tienen que ver con los
esfuerzos del gobierno de Funes para consolidar el poder al eliminar la
independencia de la Corte Suprema salvadoreña. En 2010, cuando el FMLN
estuvo en desacuerdo con un fallo sobre los jueces de una de las salas
del alto tribunal, los simpatizantes del partido ingresaron al recinto
judicial para que se pudieran colocar jueces afines al FMLN.
Eso desató una crisis constitucional. Cuando los partidos políticos
negociaron a puertas cerradas un arreglo sobre el tema de los jueces,
pasando por encima de la Constitución y el Estado de derecho, la
Corporación del Reto del Milenio estadounidense aplaudió, lo que es
bastante grave. Pero esa solución no le está otorgando al FMLN los
resultados que quiere ahora, y el partido parece realizar otro intento
de remover a los jueces que no han cooperado y designar sustitutos más
de su gusto.
Entre los otros países de la región que han llevado a cabo esta clase
de golpes contra el sistema de pesos y contrapesos institucionales
figuran Venezuela, durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez, y
Nicaragua, bajo el liderazgo de Daniel Ortega. Si el FMLN se sale con la
suya, habrá caído otro dominó en América Latina, en esta ocasión con la
ayuda financiera del gobierno de EE.UU.
La decisión de la Corporación del Reto del Milenio de conceder más
millones al país ha dejado aturdidos a los salvadoreños que luchan por
salvar su democracia. La opinión del gobierno de EE.UU. pesa en El
Salvador y una votación de la MCC a favor de no distribuir los fondos
debido a una mala gestión del gobierno hubiera dejado mal parado al
FMLN. En su lugar, Washington envió un mensaje a la clase política
salvadoreña, a ambos lados del espectro ideológico, de que el Tío Sam no
tienen ningún reparo con el creciente autoritarismo del gobierno.
No es que Washington no se haya enterado de lo que está pasando. El
senador demócrata Patrick Leahy manifestó su preocupación hace unas
semanas sobre el débil historial del gobierno salvadoreño en relación al
respeto a la independencia del poder judicial y sobre las acusaciones
de corrupción. En un comunicado del 12 de septiembre, después de la
aprobación de los fondos, Leahy recalcó que la MCC fue "diseñada para
premiar a los países cuyos gobiernos están dando pasos efectivos para
abordar temas clave de gobernanza, en particular el combate a la
corrupción, el fortalecimiento del Estado de derecho y el apoyo a un
crecimiento económico equitativo".
Leahy agregó en el comunicado que El Salvador sigue siendo "un país
de instituciones democráticas débiles, donde se ha atacado la
independencia del poder judicial, abunda la corrupción y han prosperado
las organizaciones criminales transnacionales".
Funes ya ha dejado en claro que la opinión de Leahy le importa muy
poco y ha preferido formar parte del nuevo juego internacional liderado
por el ruso Vladimir Putin
de criticar a EE.UU. Antes de la votación de la semana pasada de la
MCC, Mari Carmen Aponte, la embajadora de EE.UU. en El Salvador,
apareció en la prensa salvadoreña expresando su preocupación de que las
amenazas a la independencia del poder judicial pudieran dilatar la
aprobación de la donación de la MCC. Funes la aplastó en público como si
fuera una mosca al decir que la embajadora sólo estaba expresando su
opinión y que la subvención de la MCC sería aprobada.
Los acontecimientos le dieron la razón al mandatario. No hay nada que
impida que la comunidad de asistencia internacional de Washington le dé
dinero a sus preciados "clientes".
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