¿Cómo aguantan a los socialistas del Siglo XXI?
La explicación es que hay dos caminos al poder. Uno es el fácilmente entendible, que da el triunfo a los políticos que son más efectivos en mejorarle la condición económica y social a la población. El otro es el opuesto, que pasa por ahogar a la gente económicamente para que den gracias por lo poco que tienen a un líder o un partido político que se los da como una dádiva, no como algo que ellos se lo ganan. Este es el camino en el que cubanos y venezolanos se han vuelto grandes expertos.
El proceso por el cual los regímenes totalitarios crean y consolidan su poder tiene varios componentes. Primero, destruyen sistemáticamente las fuentes de riqueza para que el pueblo esté muy necesitado y no tenga las energías ni los medios para hacer cualquier oposición política. La gente en Venezuela está concentrada en sobrevivir el día de hoy, lo cual no les permite buscar soluciones de largo plazo a sus problemas. Segundo, monopolizan en el Estado los recursos que quedan para que la gente tenga que acudir al Estado para recibirlos. Tercero, dejan que la seguridad personal se vuelva escasa también para que pueda obtenerse sólo a través de favores especiales del Estado. Cuarto, eliminan a cualquier opositor que alce su cabeza para protestar a través de la intimidación y la coerción física. Dentro de esta dimensión está la demonización de cualquier idea que contradiga las usadas por los tiranos para mantener su control de la población, culpándolas de todos los males que azotan al país. Así, como hacía Stalin, Mao y otros pioneros del comunismo, estos tiranos culpan a la democracia y al capitalismo de todos los problemas que su propia incompetencia y su propia ideología causan a sus países. Sexto, la proyección de una imagen de invencibilidad para que la gente sienta que, haga o lo que haga, le guste o no le guste, los tiranos van a ganar siempre y van a controlarle la vida, por lo que la única manera de sobrevivir es ser servil a ellos.
Esta lógica del poder es opuesta a la que rige las sociedades saludables. En vez de ayudar a aumentar los bienes y servicios que recibe la población en sus actividades normales, los tiranos buscan restringir el acceso a estos bienes y servicios para luego canalizar los pocos de ellos que queden a través del clientelismo político. La clave para obtener seguridad e ingresos en este sistema no está en ser eficiente en la producción sino en ser serviles a los tiranos.
De esta forma, los tiranos van transformando la mentalidad de la gente, de la de personas libres a la de los esclavos que dependen de sus amos para sobrevivir. Este sistema lo perfeccionaron los regímenes comunistas durante todo el Siglo XX, creando sociedades esclavas, dependientes, y con pobre acceso a bienes y servicios.
Cuba es el ejemplo latinoamericano de hasta dónde estas sociedades pueden llegar en su abyecta dependencia. Venezuela está bastante avanzada en ese camino. Nosotros no debemos tomarlo jamás.
El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
Artículo de blog relacionados
Diario de América “Cualquier hombre o estado que luche contra el nazismo tendrá...
31 de mayo, 2010La Escuela Austríaca de Economía ha diagnosticado en forma consistente las raíces de...
9 de febrero, 2009Por Rosendo Fraga El Diario Exterior Estados Unidos desarrolla una ofensiva diplomática para...
20 de febrero, 2007- 15 de abril, 2016