Secreto del éxito alemán

El Expreso de Guayaquil

En la reciente crisis económica del Viejo Continente, Alemania fue criticada por otros países de la Unión Europea, al imponer condiciones para aprobar el salvataje financiero.

Esas "condiciones" forman parte de la cotidianidad alemana, pero son exigencias extremas para los ciudadanos de las naciones en crisis. Angela Merkel censuró las horas de trabajo, edad de jubilación y resto de prebendas en esos países. Si querían ayuda debían vivir con las mismas reglas de los alemanes: intenso trabajo, rendimiento, manejo presupuestario nacional responsable, límite a los beneficios estatales, etc. En resumen, los Gobiernos tenían que terminar con la demagogia y "piponazgo".

Ella se propuso poner límite al Estado benefactor, actitud que deben tomar algunos gobernantes de nuestra región. Hoy se acusa a Alemania de ser eficiente, por tener cuantiosos excedentes en cuentas externas debido a sus enormes exportaciones, mermando las reservas de otros Estados europeos.

Alemania es cuna de notables inventores, científicos, médicos, empresarios, músicos y demás profesionales. A fines del siglo XIX, numerosos estadounidenses estudiaron ingeniería en universidades germanas. Alemania dominó varios sectores de la industria mundial como el químico y de acería. En este último, Krupp inventó el acero inoxidable, usado en el edificio Chrysler, el más alto del mundo en 1930 hasta que un año después el Empire State lo destronó.

Y es el tercer país con mayor número de premios Nobel, tras Inglaterra y EE.UU. Quedó totalmente aniquilado por las dos Guerras Mundiales, pero se recuperó en pocos años.

Los alemanes están obsesionados por la calidad, en productos de bajo valor tecnológico (el lápiz Faber-Castell es el mejor del mundo) y también alto (automóviles, equipos médicos de diagnóstico, maquinaria industrial, etc.).

La disciplina, productividad y frugalidad son tres características del alemán. En Suiza, uno de los países más ricos del planeta, la región alemana es superior a la francesa e italiana; nueve de sus diez más grandes corporaciones están en la zona alemana (Nestlé es la única de las diez en el área francesa).