Argentina y el yacimiento de Vaca Muerta: ¿recurso natural o riqueza?
A lo largo de la historia económica neuquina ante cada nuevo descubrimiento de un yacimiento petrolífero o gasífero de gran importancia, la clase dirigencial vernácula ha sostenido con optimismo que estamos en condiciones de ser como una determinada región o país del mundo desarrollado que ostenta el mismo recurso, o da por cierto que por el solo hecho de tener un recurso natural somos una provincia "rica". A modo de ejemplo, a mediados de la década del ochenta se llegó a decir que la provincia del Neuquén era "La California Argentina", también ya más cercano a estos tiempos se mencionó que "debíamos ser como el Estado de Alberta, en Canadá, o como Texas en Estados Unidos" y ante el auge de Vaca Muerta el ejemplo de moda pasó a ser Noruega.
No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que si por más de veinte años se han mencionado tantos modelos a seguir es porque ni por asomo nos hemos parecido a alguno de ellos; es decir, hemos despilfarrado oportunidades. Las razones son varias, pero a primera vista salta la nula importancia que se les da en estos lados a los marcos institucionales como factor explicativo del desarrollo de las regiones o países, además de la clara confusión entre recursos naturales y riqueza.
No se suele tener en cuenta que las instituciones, que pueden ser formales o informales, son las que estructuran comportamientos por medio de los incentivos que generan. Las que prevalecen en Noruega, Estados Unidos y Canadá orientan la acción de las personas hacia la creación de la riqueza, un empresariado competitivo y entienden el derecho de propiedad como una piedra angular del desarrollo. En la Argentina buena parte de la clase política considera que no hay límites al gasto público, que el proteccionismo industrial produce el desarrollo económico, cree en la vuelta del "Estado empresario"; que la economía se maneja avasallantemente desde una secretaría de comercio, la cual puede decidir qué importa y exportar; que los controles de precios son la solución a la inflación, etc.
Una manera clara de palpar la decadencia institucional a la que hago referencia es observar los datos del Índice Internacional de Calidad Institucional 2014 que elaboró el economista Martín Krause para la Fundación Libertad y Progreso. Desde el 2007 la Argentina cayó 41 lugares en este ranking, que mide la calidad institucional de los países tomando ocho indicadores elaborados por organismos internacionales y promediándolos. Así, el país se encuentra en el puesto 134, de los 192 países, que los evalúa a partir de los cuatro índices internacionales de instituciones políticas "Vigencia del derecho", "Voz y rendición de cuentas", "Libertad de prensa" y "Percepción de corrupción" y los cuatro índices internacionales de instituciones económicas "Competitividad global", "Libertad económica" (Heritage), "Libertad económica" (Fraser) y "Haciendo negocios" (Doing Business, del Banco Mundial). En el mismo índice Noruega, Canadá y Estados Unidos se encuentran en los puestos 7, 9 y 11 respectivamente. Es decir estamos en las antípodas de los primeros puestos del ranking.
Existe la idea de que como consecuencia de que Neuquén tiene petróleo, gas y agua en abundancia somos una provincia rica, pero la riqueza no es tal, éstos son sólo recursos naturales. En realidad, sólo el trabajo y el capital transforman los recursos naturales en riqueza. Al haber confusión en estos conceptos la discusión gira en torno a una "justa distribución del ingreso". El Estado se siente titular de una riqueza, la cual no sólo aún no existe, tampoco crea. Alberdi en su obra "Sistema rentístico de la Confederación Argentina" exponía acertadamente este problema al señalar que "El país carece de caminos, de puentes, de canales, de muelles, de escuadra. ¿Por qué carece de todo eso? Porque faltan medios para obtenerlo, es decir, capital, caudales, riqueza. ¿Por qué no se explotan en gran escala las industrias privadas… y duerme en sueño profundo y yace en oscuridad tan próxima a la indigencia esa tierra que produce? Por la misma causa. Luego explicaba: en efecto, ¿quién hace la riqueza? ¿Es obra del gobierno? El gobierno tiene el poder de estorbar o ayudar a su producción, pero no es obra suya la creación de la riqueza. En este sentido, ¿qué exige la riqueza de parte de la ley para producirse y crearse? Lo que Diógenes exigía de Alejandro: que no le haga sombra. Asegurar una entera libertad al uso de las facultades productivas del hombre".
En forma contraria, el estatismo sostiene que el Estado debe manejar esos recursos para distribuirlos, no es casual la alta presión impositiva que impera en este país. Nuevamente Alberdi muestra su análisis visionario al señalar que "Hasta aquí el peor enemigo de la riqueza del país ha sido la riqueza del fisco. Después de ser máquinas del fisco español, hemos pasado a serlo del fisco nacional: he ahí toda la diferencia".
Este contexto promoverá instituciones en donde diferentes grupos querrán parte de esa riqueza que aún no existe y quienes tengan mayor capacidad de organización serán quienes obtendrán la mayor parte de esos recursos. Al respecto, es interesante recordar a Mancur Olson, quien sostiene que "las organizaciones para la acción colectiva están preponderantemente orientadas a la lucha por la distribución de la renta y no al aumento de la producción en su conjunto".
Es de esperar que diferentes grupos –políticos, empresarios prebendarios, sindicalistas cerca del poder– busquen aprovechar esta permeabilidad para "capturarlo" en su beneficio particular. En términos de Mancur Olson, el Estado es tomado por "coaliciones de distribución" que le dan forma a través de un complejo proceso de negociación entre los distintos actores. Afuera, observando sin poder hacer mucho para competir contra la poderosa "acción colectiva" de estos actores, estarán los ciudadanos dispersos.
Es decir, mientras en la República Argentina y la provincia del Neuquén no se comprenda la importancia del marco institucional como posibilitador del desarrollo y que la riqueza aun deba ser creada, nuestros recursos naturales tal como sostenía Alberdi "dormirán el sueño más profundo".
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales y miembro de Fundación Progreso y Libertad.
- 28 de diciembre, 2009
- 7 de marzo, 2016
- 16 de agosto, 2011
- 16 de julio, 2015
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