Revolución educativa: el poder para los padres
Las escuelas primarias públicas perdieron en 2013, según cifras del Ministerio de Educación, casi 50.000 alumnos. ¿No es hora de escuchar a los padres?
El Estado tiene la obligación de asegurar la educación de los ciudadanos. Esta realidad educativa nos lleva a preguntarnos si podría cumplir más eficientemente su rol ya no administrando las escuelas, sino subsidiando la educación a través de transferencias a los padres para que sus hijos concurran a los colegios de su elección, públicos o privados, con o sin fines de lucro.
Es claro que esta clase de propuesta parte del supuesto que los padres se encuentran calificados para decidir qué es lo mejor para sus hijos. Una hipótesis cuestionable cuando muchos de ellos no han terminado la escuela y subsisten en base a planes sociales. Esta nota presentará ejemplos que ilustran lo erróneo de este preconcepto.
Nueva York, 1996: un grupo de filántropos crearon la New York Scholarships Foundation, la cual ofreció vouchers educacionales a 1000 familias de bajos ingresos, pudiendo elegir entre cientos de escuelas privadas, religiosas o laicas. El interés fue masivo, los padres no desaprovecharon la oportunidad; más de 20.000 se inscribieron en una lotería para acceder a ellos. ¿El impacto? Notable, incrementándose un 31% el número de Afro-Americanos que accedieron a la universidad.
Montevideo, 2003: en Casavalle, uno de los barrios más pobres de la ciudad, abrió sus puertas el Liceo Jubilar, escuela privada, religiosa y gratuita, financiada mediante donaciones. Hoy sus primeros egresados están en la Universidad; 92 residentes de Casavalle asistieron en 2012 a la Universidad de la República, el 1% de los estudiantes de Montevideo.
La foto se repite una y otra vez; en 2013 comenzó a funcionar en el mismo barrio el Liceo Impulso, similar a Jubilar pero laico. Sus primeros 100 alumnos fueron sorteados entre 377 interesados. ¿El resultado? Para fin de año la deserción había sido nula al igual que la repetición. El interés creció considerablemente, postulándose 530 niños sobre un potencial de 1215, para la promoción que dio comienzo este año.
En nuestro país, la pobreza del conurbano bonaerense nos provee otra nítida ilustración. En él la caída en la primaria estatal alcanzó en 2013 el 11%. ¿Por qué? Probablemente por decisiones de padres en búsqueda de un mejor futuro para sus hijos, ya sea sacrificándose para acceder a escuelas de gestión privada o cruzando la General Paz. Ello es consistente con la migración hacia escuelas públicas de la CABA, las cuales, reporta Silvia Montoya-Directora de Evaluación de la Calidad Educativa de la ciudad, reciben en promedio un 10% de sus estudiantes de la Provincia, alcanzando el 29% en la comuna 12, lindera al conurbano.
Los ejemplos son claros, en cada uno de ellos familias muy humildes toman decisiones en pos de una mejor educación para sus hijos. ¿Qué excusa hay entonces para cercenarles a los padres el poder de decidir qué tipo de escuela es la más adecuada.
El autor es Vicerrector UCEMA.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
- 10 de febrero, 2014
- 7 de septiembre, 2020
Artículo de blog relacionados
Economía Para Todos Se definen progresistas y partidarios del igualitarismo, pero no viven...
5 de febrero, 2013- 12 de enero, 2011
Por Elizabeth Araujo Tal Cual Digital Que Hugo Chávez se ha vuelto uno...
18 de mayo, 2010- 14 de noviembre, 2008