El narco, creación del Estado
Es increíble que aún existan personas que quieran dejarle las drogas dañinas al Estado, es dejarles el gallinero a los zorros. Los gobiernos no solo han creado a los narcotraficantes sino que han promovido, directa e indirectamente, el aumento en el consumo de drogas. Dijo con razón el presunto narcotraficante Jesús Yepes Gaviria que "el blanqueo no lo inventé yo, lo inventó el gobierno". Es increíble que todavía existan quienes le tienen fe a la violencia, cuando hasta para la defensa propia y urgente los métodos no violentos son los eficientes. El principio es sencillo: el Estado es el monopolio de la violencia y, como ya sabían los filósofos griegos, ésta va contra la naturaleza y solo destruye: jamás la represión puede servir para poner orden.
Existe una simbiosis entre Estado -políticos, jueces, policías, etc.- y el narcotráfico, de otro modo no se explica que, por caso, el gobierno más "poderoso" del mundo en términos militares y policiales sea precisamente el del país -EEUU- donde más se consume y trafica. En sus atestadas cárceles -a cargo del gobierno, vale remarcar- la droga circula más que los medicamentos. El homicidio de los 43 jóvenes mexicanos es otro capítulo de la efectiva coordinación entre el poder político, los narcos y los sicarios.
Por qué no prohibir el alcohol si mata más adolescentes que todas las otras drogas combinadas. De los 3.9 millones de estadounidenses que recibieron tratamiento por abuso de sustancias en 2005, 2.5 millones lo fueron por consumo de alcohol. O, por qué no prohibir el tránsito automovilístico ya que las muertes por accidentes relacionados con el alcohol en EEUU fueron 12.998 en 2007, pero el total rondó los 38.000, siendo esta la principal causa de muerte entre los jóvenes.
Si se prohíben solo algunas drogas es por "negocios". La cocaína por sí misma no es una droga cara. La "prohibición" en rigor no es tal -de hecho el consumo es altísimo- sino que es una excusa para otorgar un monopolio a quienes sobornan adecuadamente a los funcionarios y reprimir a quienes no lo hacen. Este monopolio hace que el tráfico sea muy rentable. Según Jonathan P. Caulkins, de la Universidad Carnegie Mellon, los traficantes cobran unos US$ 10.000 por kilogramo para trasladar cocaína de Suramérica a EEUU. Mientras que algunos servicios de correo internacional lleva un kilo de cualquier cosa por unos US$ 60.
Siendo un negocio tan jugoso los traficantes y sus cómplices, los funcionarios, intentan aumentar el número de adeptos con toda clase de trucos. Y al criminalizar a los consumidores entorpecen su recuperación garantizándose que seguirán consumiendo. Así, la "prohibición" alienta el delito por dos vías: pre-criminalizando a los consumidores y tentando a los delincuentes con el elevadísimo precio que se paga por el transporte. En Colombia, por caso, el mercado de drogas ilegales creció 200% entre 1994 y 2008.
Mi madre siempre me recuerda que cuando ella era joven no existía el narco. Sin embargo la coca, por caso, era consumida tres mil años antes de Cristo y hasta era –supuestamente- parte de la fórmula de un refresco creado por Pemberton en 1886. Si bien la cocaína fue prohibida en EEUU en 1922 no es hasta la era Nixon, cuando se declara la "guerra contra las drogas" -que solo en México lleva más muertos que la de Vietnam-, cuando aparece el narco delito como lo conocemos hoy precisamente a raíz de la represión, porque la violencia trae violencia.
El autor es miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute, de Oakland, California.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
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