Ecuador: ‘El cambio de la matriz productiva’
El Gobierno ha venido implementando una política pública de gran envergadura a la que denomina “el cambio de matriz productiva”. En un documento publicado en el 2012, la Senplades explica que lo que el Gobierno pretende es “generar mayor valor agregado” en la producción del país, de tal forma que esto permita superar el actual modelo basado en recursos naturales. Pero la matriz productiva de un país no se puede cambiar de forma deliberada con un plan impuesto desde las alturas. Creer eso es ignorar que la matriz productiva del Ecuador se ha venido transformando desde hace décadas gracias al éxito de determinados empresarios, sin necesidad de un gran plan nacional.
Vale la pena considerar el modelo que ha seleccionado el Gobierno: Corea del Sur. Dice el documento de Senplades: “En solo cinco décadas, Corea transformó deliberadamente su economía poco desarrollada en una que actualmente lidera la producción de la tecnología y el conocimiento”.
Pero existe otra interpretación de esa gran transformación. William Easterly en su libro La tiranía de los expertos (Penguin Books, 2013) explica que “el éxito de un ‘país’ en la especialización realmente es el éxito de una empresa; el éxito de una empresa es realmente el éxito de un individuo. El éxito de Corea en la exportación de automóviles se puede rastrear a un individuo y una empresa (…): Chung Ju Yung y su taller de reparación de autos”. Easterly se refiere al fundador de Hyundai, que hizo de Corea del Sur uno de los cuatro países que producen la mitad de todos los vehículos que se venden alrededor del mundo.
Hay ejemplos similares en nuestro país. Ecuador fue el primer productor de camarón de acuacultura en América. Luego de sobrevivir a la mancha blanca, los laboratorios de larvas y las camaroneras de Ecuador han acumulado tecnología que es calidad de exportación. ¿Le debemos esto a algún plan nacional de desarrollo? No, el éxito del Ecuador como exportador de camarones se puede rastrear en gran medida a una empresa y a un empresario: Langostinos S.A. y Rodrigo Laniado de Wind, quien tuvo la idea descabellada de producir camarones en tierras salinas sin servicios públicos. Él y sus socios, al igual que los primeros camaroneros ecuatorianos, invirtieron en luz, agua, vías de acceso y comunicaciones.
Tampoco fue parte de un plan nacional de desarrollo la floricultura. A principios de los años 90 había apenas 30 fincas produciendo flores, para los 2000 ya había más de 350. Los empresarios que invirtieron en este negocio gozaron del acceso a mercados importantes como el de EE. UU. y Europa gracias al Sistema de Preferencias Generales (SGP) y la ATPDEA. Este es un ejemplo puntual de cómo la apertura comercial abre un universo de posibilidades para el progreso de nuestras exportaciones.
Por supuesto que hay otros ejemplos, incluso unos más importantes y viejos. En la década de 1930, una empresa extranjera –la United Fruit Co.– vino a nuestro país y se le ocurrió producir banano de exportación en Tenguel, naciendo así la industria bananera que nos llevó a ser los líderes en el mercado mundial del banano.
De manera que los planes que están haciendo en Quito no son necesarios y resultan en una destrucción de riqueza que podría ser destinada a actividades en las que realmente somos más productivos.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
- 16 de junio, 2012
- 25 de noviembre, 2013
Artículo de blog relacionados
Clarín La batalla por el Presupuesto ha sido la primera gran confrontación en...
14 de noviembre, 2010Prensa Libre Aumentar el salario mínimo en una época tan económicamente difícil no...
30 de diciembre, 2008Perspectivas Políticas Desde hace más de doce años, quienes se han ocupado de...
24 de junio, 2015- 18 de agosto, 2020