Mal gasto en el presupuesto de Guatemala
La semana pasada escribí en mi artículo “Piñatazo” legislativo algunas generalidades de la aprobación del presupuesto 2015 – decreto 22-2014- y de los cuatro libros que lo conforman. Los cuales incluyen: el presupuesto, el “ajuste fiscal”, es decir impuestos, los bonos y los préstamos.
En este artículo me enfocaré en el Libro I Presupuesto General, especialmente en el rubro de los gastos para entender por qué es bien ganado el nombre de presupuesto de “mal gasto” público y a su vez comprender lo inmoral que resulta pedir préstamos y peor aún aumentar impuestos para financiarlo.
El presupuesto para el próximo año quedó en Q70,600 millones, aproximadamente USD 8,825 millones. Esto quiere decir que gastaran en promedio Q8 millones cada hora, esto si trabajaran 24 horas al día. Pero si sólo consideramos la jornada laboral entonces sería el triple de gasto, es decir, gastarán Q24 millones por hora de jornada –ocho horas laborales-.
Empecemos con los ingresos, según los diputados en consenso con el ejecutivo, el próximo año tendrán ingresos tributarios por Q54,700 millones, una meta irreal si consideramos que para este año habían presupuestado Q51,000 millones y se estima que lleguen a Q49,000 millones.
Debido a que con los impuestos actuales no llegan a las metas de recaudación, los diputados aprobaron crear y aumentar impuestos y regalías con la excusa de que lo pagaran los más ricos y servirá para ayudar a los más pobres. Además; como su bondad es casi infinita y los impuestos no les alcanzan para su propósito, también aprobaron deuda por Q12,153 millones.
Ahora veamos algunos de los gastos que vienen contemplados en el presupuesto, por ejemplo, para seguridad perimetral presidencial hay asignados Q16.3 millones mientras que para prevención de hechos delictivos contra el patrimonio hay Q30.4 ¿le hace sentido?
Otro sin sentido son los Q1.6 millones asignados al Plan Trifinio y la Organización de Estados Americanos –OEA-. El Plan Trifinio fue famoso no precisamente por sus logros alcanzados sino por la corrupción denunciada por varios medios cuando presentaron gastos por pititangas rojas y pastillas azules.
También hay gastos para Asistencia al mejoramiento de los ingresos familiares que incluye el programa de fertilizantes por más de Q600 millones. Recordemos que estos programas han sido denunciados en repetidas ocasiones por corrupción generalizada desde la compra del fertilizante hasta la entrega por parte de las alcaldías. Además de que han servido como programas clientelares por parte de los políticos de turno que tratan de asegurar el voto para las siguientes elecciones.
El ejemplo más representativo de este reparto de botín son los Q15 millones asignados a la Coordinadora Nacional Indígena Campesina –CONIC-, ¿a cuenta de qué? ¿Es el pago por bloquear carreteras y paralizar el país? ¿Es el pago por aumentar la presión en temas de interés para los políticos?
Que exista un monto por Q6 millones asignado al Fondo para el desarrollo de la telefonía, es ridículo si por otro lado ponen impuestos a la misma y frenan el crecimiento que hay de manera libre, sin cargar a nadie por ello.
También, si usted está pagando su casa o aún no ha juntado para el enganche, debe primero pagar la de otros a través del monto asignado a la Unidad para el desarrollo de vivienda popular y del Fondo para la vivienda de Q50 millones.
Y si está pensando en poner un negocio, primero debe subsidiar el de los “empresarios” del Transporte Urbano de la Ciudad de Guatemala por Q35 millones en principio más las “necesidades” que surjan durante el año, las cuales podrían llegar a Q245 millones como se propuso en el presupuesto inicial.
Estos son algunos de los ejemplos del por qué, como lo expresé al principio, es inmoral pedir fiado y aumentar impuesto para financiar la corrupción. Recuerde que cada centavo, en este caso miles de millones, que quedan en manos del Estado es dinero que se dejó de ahorrar, consumir o invertir. El dinero en manos del gobierno, es dinero que dejó de entrar al círculo virtuoso de creación de riqueza.
Si usted no empeña su futuro ni el de sus hijos en gastos superfluos ¿por qué permite que los politiqueros lo hagan en su nombre?
Continuará…
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