Torturas de la CIA y otras

El Universal

A pesar de que han deformado su sentido -a veces intencionalmente, como ha hecho el racionalismo- lo cierto es que la metafísica ("después de la física, en el sentido de más profunda) es la ciencia que estudia la esencia del por qué la realidad, la física, se mueve como lo hace. En definitiva, es el estudio científico de la esencia del orden natural -el que hace que el sol salga todos los días, la gravedad se mantenga constante, etc.- que conforma al cosmos.

Hecha la aclaración, digamos que uno de los principios básicos de esta ciencia es que la violencia va contra el orden natural y, por tanto, siempre desordena, siempre destruye. De modo que no tiene fundamento, por el contrario, es ilógica la idea de que la autoridad debe tener poder coactivo -basado en el monopolio territorial de la violencia- para poder ordenar, por el contrario, el poder coactivo no solo no ordena sino que desordena, destruye.

La última expresión de la "autoridad" coactiva son las guerras "defensivas" que han demostrado su fracaso más rotundo. Como caso emblemático, la II Guerra Mundial se hizo con la excusa de terminar con las tiranías y, sin embargo, lejos de terminar con ellas fortaleció otra peor la estalinista que, finalmente, fue derribada sin guerras demostrando que los métodos pacíficos son los eficientes.

Hablando de defensa, recientemente el periodista estadounidense Somers y el voluntario sudafricano Korkie, secuestrados por Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), fueron asesinados por los terroristas que se vieron acorralados por una operación de rescate fallida llevada a cabo por fuerzas estadounidenses y yemeníes, según las fuentes oficiales que dijeron que, además, murieron diez terroristas que, aun con todo, también son humanos. Demostrando una vez más que la "mano dura" es ineficiente.

Al terrorismo se lo combate con más libertad de modo de enriquecer y descomprimir a las esclavizadas sociedades donde impera el Islam, mientras los mismos terroristas se auto destruyen. Los extremistas del "Estado Islámico" (EI) han matado a varios de sus miembros por conspiración y crearon una comisión de ejecuciones. Entre los últimos figura uno de sus cabecillas ejecutado después de que una corte islámica lo declarara culpable de corrupción financiera, conspiración y negligencia.

Y, por cierto, el delito no se combate con torturas. Durante toda la era Obama, el Comité de Inteligencia del Senado investigó el programa de George W. Bush, tras los ataques del 11-S, y puesto en práctica por la CIA conocido como EIT (Enhanced Interrogation Techniques). Ahora se conoció parcialmente el informe que concluye que las "técnicas" -torturas, en rigor- utilizadas por la agencia contra personas detenidas por presunta vinculación con Al Qaeda eran terroríficas y sirvieron de poco, por el contrario, empeoraron la situación en mi opinión.

Bush se defendió diciendo que "estos son patriotas… ". Insólito, escabroso y demuestra la calidad de los políticos en general. Obama, algo más discreto, pidió tener en cuenta el contexto de miedo generalizado tras los atentados de septiembre de 2001 para "no juzgar con demasiada dureza" ya que personas y organizaciones como la ONU reprenden a Washington por no castigar -encarcelar- a los torturadores, como si la cárcel fuera un lugar de reeducación y no otra tortura en sí misma.

El autor es miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute, de Oakland, California.