Una cometa para hacer el Bien en la Argentina K
“Algo que fue realmente bueno para Formosa, por una cometa miserable, termina en escándalo”, confirma la Garganta.
En Cascote, 25 de Mayo y Moreno, corazón de Formosa. Un anochecer ideal de marzo para tomar cerveza.
Cada tres meses a nadie le llama la atención, en las ceremonias de refinanciamiento de las deudas provinciales, la ausencia de Gildo Insfrán, el gobernador de Formosa.
Cuando La Doctora, delante de la televisión, en cadena nacional, pasa lista a los tristes gobernadores.
Pasan al frente para refinanciar, por piadosos noventa días, la abultada deuda con el Estado Nacional.
Imagen que certifica la catastrófica situación del federalismo argentino. El gobernador suscribe lo que debiera firmar un secretario de finanzas.
Pero ellos desfilan de a uno. Besan a La Doctora en la mejilla, saludan a Kicillof, El Gótico, que sonríe. Estampan la firma, vuelven a besarla y hasta -lo peor- los aplauden. Para coronar la humillación que hubiera espantado a Martín Miguel de Güemes. E inspirar sablazos a don Facundo Quiroga.
Bien, pero en esa lista de indigentes don Gildo no está. Porque acabó con el fastidio de la deuda.
Un ejemplo para imitar
En Cascote cuentan que Gildo siempre se entendió bien con Kirchner, El Furia. Desde que eran pares y enloquecían a De la Rúa en el Consejo Federal de Inversiones. Se sabe también que Insfrán forjó una excelente relación con Julio De Vido, el Ex Superministro, hoy reducido y despojado.
“Gildo quería hacer obras que lo mostraran como un gestor fundacional. Y los muchachos del gobierno central querían recaudar”.
Armonía entre peronistas racionales.
Entonces en Formosa se realizaron obras en cantidad. La ruta 81, por ejemplo, con los 300 kilómetros que unen a Formosa con la vecina Salta. La ruta del Pilcomayo. Pronto el Gasoducto.
Obras otorgadas a empresas de prohombres como el extinto Relats. O el consagrado Lázaro. Es quien signa la etapa lazarista del cristinismo (cliquear). En el ocaso.
Gildo le propuso a El Furia resolver el tema de la deuda. Promiscuos 12 mil millones de pesos.
Deseaba reestructurarla antes que La Doctora -que lo quería menos- heredara el bien ganancial del gobierno.
“Pero no te hagas problemas, Gildo, por Cristina, porque el que manda soy yo”, le dijo El Furia, para tranquilizarlo.
Reestructurar la deuda que se arrastraba desde la vorágine del siglo anterior. Con el agravado de los bonos basura. La invención coyunturalmente salvadora de la plata falsa. Los patacones provinciales, los lecors. En Formosa se llamaban los bocanfores.
La cuestión que se diseñó el Fondo Fiduciario Provincial, en adelante el FONDIPRO. Y se organizó una compleja arquitectura financiera que les permitió disolver con celeridad la deuda. Auto-comprarla y anularla. Desafectaron el 30% de la coparticipación y se acabaron los problemas. Las gestiones arrancaron con Carlos Fernández, El Ministro Olvidado, y se concluyeron durante el ministerio del ascendente Amado Boudou, El Descuidista.
“Si reestructurás 12 mil, y te piden para los muchachos siete u ocho palos, hay que tomarlos como una propina para Caja de Empleados”, confirma, con cinismo peronista, otra Garganta.
“Fue una cometa para hacer el Bien. Un ejemplo para imitar, entre tanta incomprensión”.
Raptos de ternura
De los siete millones seiscientos mil pesos que Alejandro Paul Vandenbroele, El Monotributista, cobró en efectivo en nombre del instrumental The Old Fund, dos millones doscientos mil fueron, según nuestras fuentes, en principio, para determinado asesor, director actual del Banco de Formosa. Hombre de Gildo.
“El que se hace gárgaras, algo siempre traga”, confirma la tercera Garganta.
Tres millones en efectivo, según nuestras fuentes, fueron para las alturas insaciablemente celestiales de la época más espiritual que se tenga memoria en la patria.
Y dos millones y medio fueron hacia la perrada de The Old Fund.
El artefacto inventado que conducía Vandenbroele y que protegía don José María Núñez Carmona, Nariga, socio de mil épicas de Amado Boudou, El Descuidista.
Tenían el propósito de cumplir con el sueño del pibe que inspiraba a El Furia. Contar con la propia máquina de fabricar billetes. Ciccone, en cierto modo, aún permite raptos de ternura. Con infinidad de gárgaras.
Mientras se preparaban para el festival productivo del papel moneda, los irresponsables algo debían facturar con el artefacto. Para aceitar la moral y el optimismo emprendedor de los accionistas.
De manera que gracias al Fondipro, y amparados por un decreto provincial, la gloriosa The Old Fund podía finalmente realizar la primera factura. Valedera, históricamente consagratoria. La número 3.
Ya que las facturas 1 y 2 estaban mal confeccionadas. Anuladas. Por falta de costumbre.
Pero la tercera factura era -si no la vencida- la vencedora.
Sin embargo la vida, en el fondo, está signada por la injusticia. Ocurre que la justicia es insensible al valor filosófico de la cometa realizada para hacer el Bien. Aunque esté -para los profanos- Mal.
El 7 y el 8 de abril tiene que declarar Vandenbroele. En la frialdad de Comodoro Py. Y hasta el honorable señor Jorge Melchior, de Fondipro. Por suerte es en el confiable Juzgado Federal del doctor Casanello.
Era cosa juzgada y caso cerrado en Formosa. Pero la desgracia esotérica que se cierne sobre Boudou lo hizo reabrir. Por objeción de la Cámara Federal Maligna. Con Irurzun y Cattani, y con la disidencia insuficiente de Farah.
“Lo que fue tan bueno para la provincia, como todo en la Argentina, termina mal, para la m…”, se lamenta la Garganta que inicia y concluye la crónica en Cascote. Mantiene la mirada resignada y la pancita cervecera.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013