Nuevo producto exportable

El Expreso de Guayaquil

De acuerdo a David Landes, profesor emérito de la Universidad de Harvard, durante décadas, el mejor producto exportable de América Latina fue la teoría de la dependencia. Según esta, los países de la región ("Periferia") jamás saldrían del subdesarrollo, dependían del "Centro" (Primer Mundo). América Latina estaba condenada a ser pobre.

Actualmente, el nuevo producto exportable es la "defensa de la soberanía". A cuenta de supuestas injerencias, ciertos presidentes latinoamericanos se llenan la boca de expresiones antiimperio -Primer Mundo, desde EE.UU. hasta Alemania, pasando por Inglaterra y otros países prósperos-. Pretender hacerse respetar de esa manera, pensando que con eso van a convencer a los del "imperio", es lamentable.

Es exportación de soberanía a capricho. Cuando les conviene interfieren en la soberanía de otros países y cuando no, la defienden. Los asiáticos no se acomplejaron, sabían que con lirismos no saldrían de la pobreza, debían hacerlo asumiendo acciones prácticas, no dogmáticas. Ya hay numerosas naciones asiáticas con mayor prosperidad que nuestra región y continuarán aumentando. Imperio sí existió en Asia, fueron auténticas colonias hasta casi la mitad del siglo XX. Como repúblicas, a ninguno de esos países se les ocurrió criticar al "imperio". Vietnam quedó devastado después de 30 años de guerra contra Francia y EE.UU. Pero invitó al "imperio" a invertir. En la guerra, Japón fue destruida por EE.UU.: Tokio incendiada, Hiroshima y Nagasaki reducidas a escombros. El japonés invitó a las multinacionales estadounidenses y creó un premio anual a la calidad para honrar a un experto estadounidense en calidad, Edwards Deming. Australia, Irlanda y demás países del Commonwealth no miran a Gran Bretaña como "imperio", tampoco Puerto Rico a Estados Unidos. Hay bochincheros boricuas que se llenan la boca de soberanía, pero la mayoría está satisfecho. Alemania tiene bases estadounidenses y Ángela Merkel no anda vociferando. ¿Dónde está el respeto a la soberanía cuando Cuba exportó su revolución sangrienta a numerosos países? El cinismo debería ser pecado capital.