Guatemala: Reformas o maquillaje

República

Los tiempos de cambio que se perciben en Guatemala son alentadores para muchos de los que vivimos en este país -otros se muestran escépticos y algunos desinteresados-. Por lo general un cambio implica que éste será para mejorar la situación actual y por ende la calidad de vida. Las múltiples protestas –a partir del 25 de abril- pidiendo la renuncia de Roxana Badetti -actual exvicepresidente-, en contra de la corrupción y exigiendo justicia, entre otras demandas, han obligado a los políticos a atender estas demandas y plantear los mecanismos para que estos cambios se lleven a cabo.

Debido a que hay muchas cosas por cambiar y que algunas son más trascendentales que otras, se ha propuesto hacer cambios a leyes que inciden directamente en la corrupción del sistema. Tales reformas abarcan la Ley Electoral y de Partidos Políticos, la Ley de Contrataciones del Estado, la Ley de Servicio Civil y las Reformas al sector justicia.

Diputados del Congreso encabezan estos cuatro grupos de diálogo para escuchar las propuestas que se presenten y después presentar de manera pública una propuesta a la ciudadanía. Según la convocatoria publicada cada grupo trabajará de manera independiente y contará con la ayuda de asesores nacionales e internacionales para la elaboración de las iniciativas de reforma.

La propuesta parece un intento de lograr hacer cambios que reflejen las exigencias de los ciudadanos y esto es plausible siempre y cuando no perdamos de vista que lo moral no está sujeto a consenso. Que los derechos individuales no están sujetos a voto y que estos deben protegerse en todo momento y en cada ley que se emita.

Por cuestiones de espacio me enfocaré en la Ley Electoral y de Partidos Políticos ya que por medio de esta ley se regula la participación política de los ciudadanos, el funcionamiento de las organizaciones partidarias y las atribuciones de las autoridades electorales.

Algunas de las principales quejas son la calidad de políticos que llegan al ejercicio del poder, la elección de diputados por listado, la corrupción en el financiamiento de las organizaciones políticas y la debilidad en la fiscalización y sanción a los partidos por parte del Tribunal Supremo Electoral –TSE-.

Las reformas que en su momento aprobaron los diputados del Congreso y mandaron a consulta a la Corte de Constitucionalidad –CC- carecían de profundidad en su mayoría y no solucionaban problemas de fondo. Como por ejemplo, el cartel de los partidos políticos para postular a los binomios presidenciales y diputados al Congreso o a la Asamblea Nacional Constituyente –ANC-.

Hasta el momento muy poco se ha hablado de este cartel, el cual considero ha sido una de las principales causas que los partidos se conviertan en simples vehículos electorales y fuente de denuncias por venta de lugares en los puestos de elección. Si abrimos la competencia para que los comités cívicos y aquellos candidatos independientes que lo deseen puedan participar en cualquier puesto de elección, quitamos el incentivo que ahora existe de usar a los partidos para llegar al poder.

Otro de los temas que ha surgido en las protestas es el voto por lista, desafortunadamente eso está regulado en el artículo 157 de la Constitución. Sin embargo, hay propuestas que sugieren utilizar el sistema de listas semiabiertas donde el votante decide el orden de la lista que elije, así en su boleta queda en primer lugar quién él considera mejor y no el que propone el partido.

La fiscalización del financiamiento de los partidos políticos y las campañas anticipadas fueron una muestra de la poca disposición de algunos de éstos a seguir las reglas, tal vez por las sanciones poco efectivas y además por el engorroso sistema para hacerlas efectivas. Así que otro de los temas a discutir será el poder efectivo del TSE para imponer sanciones y determinar cuál es el sentido de la prohibición de la campaña anticipada.

Temas que deberemos poner atención son la “equidad” mediante cuotas en los partidos, el aumento de la deuda política y prohibiciones al acceso libre a la información electoral. Todos estos en lugar de mejorar el sistema lo empeoran.

Las propuestas que presenten los diferentes grupos serán de lo más variadas pero debemos poner atención en dos cosas que considero muy importantes, limitar el poder del gobierno y proteger los derechos individuales de todos ante cualquier mayoría o minoría organizada.

Esta es una gran oportunidad para hacer verdaderas reformas que mejoren el sistema político y no un simple maquillaje que deje a “la mona vestida de seda”