Espacio Republicano
El pasado 11 de septiembre, en el contexto de la exposición de la Sociedad Rural de Mercedes (Corrientes) se realizó una conferencia dónde se convoco a representantes de los principales partidos políticos a exponer sus planes con respecto al sector agroindustrial.
Los panelistas anunciados para representar a sus partidos fueron el Dr. Gilberto Alegre por el Frente Renovador, el Ing. Agrónomo Guillermo Bernaudo por el PRO y “referente del Frente para la Victoria” según rezaba la invitación. Imprecisión debida a la falta de confirmación de parte del FPV.
Finalmente, quien acudió en nombre de Daniel Scioli fue Alejandro “Topo” Rodríguez, inesperadamente acompañado por Hernán Silva.
Las exposiciones del Frente Renovador y el PRO abarcaron puntos específicos. Describieron los principales problemas que acechan hoy al productor agropecuario y también, cada uno desde su posición, expuso su plataforma política planteando soluciones a las diversas problemáticas que afectan fuertemente al campo. Nada fuera de lo normal dentro de lo que podemos calificar como tal en un entorno civilizado y de respeto al prójimo.
Sin embargo, para finalizar la exposición, los representantes del Frente para la Victoria se dispusieron a “dar la nota”. Dejaron expuesto mas desde sus modos que desde su vacía e incómoda presentación que son más de lo mismo, y que se encontraban haciendo un gran esfuerzo al tener que pararse frente a seres humanos que hacen del trabajo y la producción virtuosa su vida y la columna vertebral de su ética.
La conferencia comenzó más tarde, ya que el “Topo” y acompañante no se encontraban en el predio. Como la puntualidad no es algo que cultivan quienes hacen del atropello un partido político, pues bien, se comenzó sin ellos.
Todo marchó en absoluto orden. El disertante del FR expuso su plan en el tiempo predeterminado, respondió preguntas y dio paso a Bernaudo, quien hizo lo propio dando lugar al FPV.
Las puertas se abrieron. El “Topo” y Silva, ante la sorpresa del auditorio, entraron acompañados de una inesperada turba de aplaudidores que ocuparon lugares estratégicos en el público.
Entre un insólito “acting” de parte de Silva al solicitar al público que le conviden un mate hasta una felicitación nerviosa y rebuscada a los productores porque los sciolistas notaron que “los productores tienen ganas de trabajar”, las anécdotas para el libro del ridículo, el grotesco y la falta del respeto no dejaron de suceder.
En un ping pong de palabras inentendibles, de temas varios sin definiciones, de gráficos repletos de imprecisiones (por no decir mentiras) y de sonrisas impostadas para querer agradar a quienes desprecian, lo recurrente fue el supuesto enojo ante las preguntas del público por la visión negativa del FPV con respecto al campo en estos 12 años de kirchnerismo. Una y otra vez, y como quien habla a un animalito, Silva y Rodríguez quisieron dejar claro que “Scioli es la provincia de Buenos Aires y CFK es el ejecutivo nacional”. Vaya novedad.
La burla en forma de justificación a lo injustificable y el intento de subestimación a los interlocutores no funcionó. Ellos se dieron cuenta, por eso los nervios crecieron, y con una pose de supuesta tranquilidad expresaron entre dientes y en tono desasosegado y belicoso que “quien quiera hablar de política vaya a la unidad básica”. Esta reacción fue ante la última pregunta del público que consultó sobre el papel de Zaninni como VP de Daniel Scioli.
Lo interesante de esta exposición no es la vulgaridad, la prepotencia, la falta de seriedad y la falta de respeto del FPV. Eso es harto conocido. Tampoco sorprende la mala fe. Ese es el eje que los une como partido y movimiento. Lo que vale realmente destacar es que esta vez, la vulgaridad, la prepotencia, la falta de seriedad y la falta de respeto fueron la excepción. Brillaron por contraste a lo que estaba bien, y lo que estaba bien, esta vez fue mayoría.
Intentaron mentir y no pudieron. Intentaron atropellar y colisionaron en el intento. Pretendieron disfrazarse y quedaron desnudos. Trataron de despegarse de CFK al querer recordarnos insistentemente que Scioli es SOLO el gobernador de Buenos Aires, pero solamente lograron que recordemos que también fue el condescendiente y aplaudidor Vicepresidente de Néstor Kirchner, cuando este vociferaba que quería “ ver al campo de rodillas”.
Procuraron, por todos los medios, darle entidad propia a Scioli, para solo reafirmarnos, con más contundencia que nunca, que el Frente para la Victoria es lo mismo en todas sus formas y bajo cualquier disfraz y que detrás de la mal trazada careta color naranja que intentan vendernos como espejitos de colores, siempre asoma el mismo perfil, el cual nos permite dilucidar claramente que Scioli es Kirchner, y que esto no merece el calificativo de malo, tampoco de bueno. Esto es, sin dudas, lo peor.