Guatemala: Ley Electoral Politiquera Perversa –LEPP-

República

En meses anteriores comenté acerca de las reformas que pretenden hacer a la Ley Electoral y de Partidos Políticos –LEPP-. En aquel momento aún no se iniciaba el debate en el pleno, cabe aclarar que tampoco ahora ha habido un debate serio y profundo por parte de los diputados de dichas reformas. Tan sólo se ha cumplido con el “trámite” de primera y segunda lectura en el pleno.

Muchos coincidimos en que es necesario cambiar el sistema electoral si queremos mejorar la oferta política y una forma para iniciar esos cambios es a través de la ley que los regula. En lo que diferimos completamente con algunos grupos que se arrogan la representación de los ciudadanos es en el cómo.

En el tema del financiamiento comenté que: “según el artículo 21 de LEPP. Segundo, reforman el artículo 220 ‘Tiempos máximos de transmisión de propaganda’ a ‘Distribución IGUALITARIA de recursos públicos para espacios y tiempo en los medios de comunicación social’ con esta reforma, en el inciso a, pretenden que el Tribunal Supremo Electoral –TSE- distribuya igualitariamente los espacios entre los partidos sin importar la cantidad de votos, si comparte el ideario o actuación del partido, es más que usted, esté de acuerdo es irrelevante para la ‘igualdad justiciera propagandística’ que pretende este inciso.

‘¿Y cómo va conseguir esta ‘igualdad’?Muy fácil, el inciso f pretende que para dicha ‘distribución igualitaria de propaganda’ se utilice, por lo menos, el 0.25% de los ingresos ordinarios –que obtiene de los impuestos que usted paga-. Si somos conservadores y hacemos los cálculos de ingresos de Q52 mil millones; el 0.25% equivale a Q130 millones, si tomamos en cuenta que el TSE sólo pagará el 20% del valor real, estaríamos hablando de una campaña electoral de Q650 millones, financiada por los tributarios.”

En las reformas ni siquiera se contempla el voto nominal: “No hay voto nominal para diputados, insisto en que ESTE el principal reclamo del ciudadano, ‘el poder votar directamente por su diputado’. Esta exigencia ni siquiera fue tomada en cuenta en estas reformas, ya que se mantienen las largas listas de diputados donde nadie sabe a ciencia cierta por quién vota y por consiguiente quién llegará al poder.

‘Crear subdistritos es una propuesta para poder votar nominalmente, la idea central es reducir el número de diputados a elegir directamente, de tal forma que cada votante en su subdistrito elige a sus diputados -dos o tres máximo-. Usemos como ejemplo el distrito Central (municipio de Guatemala) que tiene asignado elegir a 10 diputados, si dividimos el municipio de Guatemala en 5 subdistritos, en cada uno de ellos se debería de elegir a 2 diputados para integrar el número asignado.

‘Así pues cada votante en el distrito Central tendría la tarea de elegir a 2 diputados, éstos últimos deberán convencer al elector del por qué son la mejor opción y además deberán demostrar que conocen los problemas de su zona. Imagine ahora esto en los distritos Departamentales donde hay municipios con distintas problemáticas, imagine si cada votante pudiera elegir directamente a los diputados con soluciones sensatas.”

Estos cambios son perversos porque: “Impone la igualdad material en detrimento de la igualdad ante la Ley. En el artículo 13 adiciona párrafos al artículo 24 y obliga a incorporar en los órganos partidarios incluir de forma ‘igualitaria a mujeres indígenas, ladinas y mestizas, y hombres indígenas, ladinos y mestizos en forma proporcional a la composición del distrito electoral’. Por lo que deberán alternarse entre hombre y mujer.

‘Promueve candidatos mediocres, ya que en el artículo 60 que reforma el 212 obliga a que las planillas de postulación sean de forma ‘igualitaria a mujeres indígenas, ladinas y mestizas, y hombres indígenas, ladinos y mestizos en forma proporcional a la composición del distrito electoral’, para ello deberán alternar la lista entre un hombre y mujer.”

Los cambios a la LEPP los considero perversos porque corrompen el sistema al imponer cuotas, dañan la moral del votante al negarle la posibilidad de votar nominalmente por lo menos en las diputaciones distritales y aumentan la carga en los tributarios al financiar las campañas de los politiqueros de turno.

Esto sólo es una muestra de que no todos los cambios son para mejorar y que “el precio de la libertad, es su eterna vigilancia”. Los diputados del Congreso y los grupos de presión a favor de esta Ley pueden pretender que sus intenciones son mejorar el sistema pero las acciones al apoyar estas reformas demuestran todo lo contrario.

Si no queremos que la oportunidad de un cambio real para mejorar el sistema político termine en una Ley Electoral Politiquera Perversa debemos investigar, cuestionar y oponernos con fundamentos sólidos. Insisto “estas reformas son tan importantes como para dejarlas solo en manos de los politiquillos y los grupos de presión.” Su futuro y el de sus hijos valen la pena que cuestione y ponga atención.