El terrorismo invisible y psicológico yihadista ataca a París

Frente a los antecedentes históricos, las amenazas vía internet, el modus operandi y  la afirmación hecha por el presidente de Francia  François Hollande    este 14 de noviembre en Paris, en la cual confirmó en su comparecencia ante los medios de comunicación, que los atentados de la noche del 13 de noviembre en París  fueron "Un acto de guerra que ha sido cometido por Daesh  contra los valores que defendemos". De igual forma el mandatario francés certificó que los atentados  "se organizaron en el exterior, con cómplices internos". Éstas declaraciones  fueron corroboradas por  El DAESH, en un comunicado colgado en Internet, en la cual  el grupo yihadista y terrorista internacional habla de "ocho hermanos" con bombas, fusiles de asalto y cinturones explosivos, y asegura que los lugares atacados fueron elegidos "minuciosamente" atribuyéndose así  la autoría de los atentados de Paris del pasado viernes 13 de noviembre.

Hemos sido testigos una vez más   en menos de dos años, desde el atentado contra Charlie Hebdo, semanario satírico francés,  llevado a cabo en la ciudad de París el 7 de enero de 2015, de  un nuevo ataque del grupo terrorista  de índole yihadista multinacional,  mal llamado Estado Islámico (ISIS) o (DAESH) como se le conoce por sus siglas en inglés y  en la lengua árabe respectivamente. Pues esta organización terrorista internacional no es más una organización criminal y asesina multinacional compuesta por una  diversidad de afiliados de diferentes países y zonas geográficas del mundo, que un Estado en el sentido jurídico político del término. Pues  a pesar de controlar ciertas áreas geográficas del territorio de Irak y Siria, no cuenta con ningún reconocimiento formal por la comunidad de naciones internacional, que lo legitime como tal. Por ende lo consideramos mal llamado Estado Islámico, pues darle esta denominación legitimaría la  propaganda política-religiosa,  de este grupo terrorista que pretende ser reconocido explicita e implícitamente como tal por la comunidad de naciones del mundo.

El modus operandi de este grupo terrorista y el escenario escogido para perpetrar sus ataques, obedecen a una estrategia ya bien conocida, la cual está sustentada en un método de reclutamiento de adeptos vía internet, principalmente de diferentes nacionalidades y zonas geográficas del mundo,  a través de la cual han logrado reclutar seguidores, no sólo de la religión islámica, sean descendientes o no, de inmigrantes islámicos provenientes de países árabes del Medio Oriente o de ciertos países islámicos no árabes,  sino de nacionalidades y culturas disímiles, pues varios ya han sido los casos de ciudadanos de religión cristiana de origen latinoamericano, estadounidense y demás países europeos,   que han pasado a formar parte de esta organización terrorista internacional. Pues la instrucción religiosa ya no es necesaria, como lo  demuestran mensajes en las diversas redes sociales de internet,  del tipo “Me importa un bledo el islam, voy a hacer mi yihad”. Los radicales prefieren vender el ISIS como un nuevo edén, donde el dinero corre a raudales.  

A veces la radicalización "surge del encuentro entre un joven muy sensible que se hace preguntas sobre las injusticias del mundo y un discurso que lo transforma en salvador de la humanidad." Como lo destacó Dunia Buzar, directora del Centro de Prevención contra las facciones violentas vinculadas al islam en Francia. De igual forma Hans-Georg Maassen, jefe del Departamento de Protección de la Constitución o servicio de espionaje de Interior de Alemania,  alertó recientemente del creciente uso de aplicaciones de telefonía móvil para reclutar a nuevos militantes del yihadismo, como WhatsApp e Instagram,  vías éstas, que  están superando rápidamente al de las redes sociales como Facebook o Twitter. El citado jefe del espionaje alemán asevera que "Se usa el llamado 'yihadismo romántico' para trazar una cercanía virtual con individuos calificables como proclives a dejarse tentar y, a partir de ahí, ganarse su confianza", con el fin de reclutar militancia,  como  recaudar fondos con que financiar al yihadismo terrorista internacional.

La composición antes descrita le ha dado a este grupo terrorista yihadista, un aura de invisibilidad, y de posicionamiento psicológico difícil de detectar por medios del análisis de perfiles:  religiosos, étnicos, políticos y culturales, que pudiesen delatar con relativa  facilidad y precisión a los potenciales colaboradores e integrantes de ésta organización terrorista de composición multinacional.

Éste escenario planteado representa un desafío más complejo,   al ya difícil teatro militar que el yihadismo islámico ha planteado en el oriente medio. Pues más allá de las diferencias políticas y religiosas que por razones de equilibrio de poder existen entre las partes involucradas que combaten a esta organización en este conflicto, como las existentes entre los Estados árabes musulmanes sunitas, y  los estados árabes musulmanes chiita, y sus respectivos aliados occidentales en el oriente medio. El combate al yihadismo Islámico, necesita una estrategia integral que involucre a todas las partes interesadas en especial a los Estados sunitas y  sus líderes religiosos, que deslegitime a esta organización terrorista internacional frente a los potenciales cautos, de los que se nutre el mal llamado autodenominado Estado Islámico. Pues el yihadismo terrorista internacional considera que todo aquel que no comparta su visión político religiosa radical del mundo debe ser exterminado.