Guatemala: El discurso del otro presidente
Mucho se ha hablado del discurso de toma de posesión del presidente del Ejecutivo Jimmy Morales, algunos de estos análisis han evidenciado la manipulación del lenguaje para comprometer y hacer corresponsable a los ciudadanos de las decisiones que tome el gobierno. En lo personal considero que fue un discurso donde trató de quedar bien con todos, hizo un recuento del 2015 como un reconocimiento a las circunstancias por la que llegó a la presidencia, hizo un compromiso con los ciudadanos para dar lo mejor de sí y combatir la corrupción, crecer la economía en un 6% anual y disminuir la desnutrición en un 10% en 10 años, entre otras cosas.
En ese discurso nuevamente utilizó el recurso de parafrasear el himno nacional apelando al nacionalismo como un medio para lograr unidad entre sus conciudadanos, utilizó la palabra sacrificio, que en lo personal me genera reticencia por la connotación tan negativa que implica esta palabra. En fin, un discurso en el que dijo mucho pero concretó poco.
La atención, los reflectores, las cámaras y los análisis se enfocaron en el anterior discurso, mientras que el discurso del otro presidente; el presidente del Congreso Mario Taracena, casi pasó desapercibido.
En este discurso Taracena reconoció la situación política y social en la que asumen el cargo, además de la necesidad de cambiar las cosas drásticamente para propiciar un Estado de Derecho. Reconoció también que durante los últimos treinta años los gobiernos elegidos parecen haberse propuesto minar la confianza en los partidos políticos, en los mandatarios y los burócratas.
Por otro lado apela a la tolerancia, ya que menciona que la “sabiduría popular” comprende que se pueden cometer “errores administrativos productos de la buena fe o que hayan gobiernos apáticos”. Aunque es enfático al decir que “jamás va a tolerar el pueblo que se utilice su representación para cometer actos de ’pillaje’ contra los recursos financieros nacionales”. Con lo anterior acepta, al menos en parte, que las cosas deben cambiar y que se tienen que ganar la confianza de los votantes y actuar correctamente si quieren permanecer en sus curules o cargos.
En su discurso, Taracena hace un llamado a sus compañeros legisladores para enmendar el camino de las anteriores legislaturas. En ese sentido se refiere a “propiciar condiciones más justas para todo el pueblo”, se referirá entonces, ¿a eliminar los privilegios? ¿Derogar legislaciones que otorgan privilegios, monopolios o concesiones ilegítimas? ¿Tendrán ahora lo que se conoce como voluntad política para implementar la igualdad ante la Ley y la certeza jurídica?
También se refirió a acercarse con la solidaridad a los más pobres que “día a día sufren la inequidad, la injusticia, el desamparo de un Estado” ¿Se referirá acaso a la aprobación de presupuestos con mayor énfasis en programas sociales? Es decir, ¿más recursos para hacer lo mismo? O se refiere a ¿quitar las trabas legislativas para la inversión privada?
En cuanto al desamparo del Estado ¿se referirá al desamparo en brindar seguridad y justicia? Y en consecuencia ¿apoyarán la independencia jurídica y económica del sistema de justicia y de organismos fiscalizadores como la Contraloría General de Cuentas y el Ministerio Público?
Taracena ofrece en su gestión impulsar las reformas a la Ley Orgánica del Congreso –LOC- y medidas administrativas para hacer más eficiente al mismo. Prueba de ello, el lunes pasado, por fin se dan conocer el número de empleados y sueldos en el Congreso, que gracias a contratos colectivos firmados por anteriores presidentes legislativos, están muy por encima del mercado laboral aun dentro del gobierno. Por lo que ofrece negociar con los trabajadores, respetar los derechos, frenar los excesos y una mayor vigilancia en el pago de las plazas.
En su discurso también habla sobre cómo la interpelación, un mecanismo tan valioso para hacer contrapeso, se ha convertido en una herramienta de chantaje y extorsión. De ahí, considero importante el cambio a la LOC para delimitar estos mecanismos, así como el manejo de los recursos en el Congreso.
El discurso del otro presidente es en lo personal, un discurso que debemos prestarle atención, ya que es en el Congreso donde se aprueban las leyes que nos quitan o devuelven nuestra libertad, se aprueba cómo se utilizará el dinero de los tributarios a través del presupuesto, se reforma el Estado hacia uno más transparente, limitado y con funciones específicas, se aprueban reformas para sistemas judiciales y electorales independientes, por solo mencionar algunas funciones.
Es por eso que el discurso del otro presidente, el presidente del Congreso, también es importante de analizar para lograr los cambios para bien que tanto necesitamos.
@Md30
- 23 de julio, 2015
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