¿Incongruencia económica mundial?

El Expreso de Guayaquil

Desde la abrupta caída mundial de los índices bursátiles, los criterios de los expertos en el comportamiento de la economía para el resto del 2016 tienen grandes discrepancias. En periódicos financieros de gran prestigio y empresas especializadas de difusión de noticias en Internet, hay titulares alarmantes, que rara vez se publican; entre ellos: se viene una recesión como la de 2008, o la de 2002, que ocurrió por la ruptura de la burbuja en las empresas de Internet. Otros hacen comparaciones con la depresión de los treinta.

En el lado opuesto, hay número similar de voceros que no están de acuerdo y afirman que no habrá recesión. Ellos consideran que la economía estadounidense crece y el desempleo disminuye. Ejemplo es la venta récord de automóviles en 2015. Algo parecido ocurre en algunos países nórdicos y de Europa oriental. También ponen como ejemplo a España: tuvo que hacer duros ajustes, pero el sacrifico ha sido recompensado. ¿Cómo explicar opiniones tan diametralmente opuestas?

Hay realidades que no se pueden descartar. El pánico financiero que hasta el jueves pasado evaporó el equivalente a 30 % del PIB de EE. UU. del 2015 de los bolsillos de los inversionistas a nivel mundial, debe tener causas. Hay claras evidencias de desaceleración económica en todos los continentes. En EE. UU. las utilidades de las empresas van en tasas descendentes y en otros casos, disminuyen como las ferrocarrileras. Si hay disminución de transporte de carga es clara señal de que las empresas están comprando menos insumos y otras clases de bienes. De China se cree que las estadísticas públicas no revelan la magnitud de la caída de la actividad económica. En el diario Wall Street Journal hay analistas que creen que el crecimiento en 2015 fue entre 4 y 5 % y no 6,9 %, cifra oficial. En países como Australia, que dependen del mercado chino, la economía está duramente golpeada. La caída de los bienes primarios advierte menor demanda. Ya se comienza a considerar como error haber subido la tasa de interés en EE. UU.

Lo que no se cuestiona es que el 2016 será un año muy difícil para la economía ecuatoriana.