Los hombres blancos enojados, el motor de Trump y Sanders
Las elecciones primarias del martes pasado pusieron de relieve un elemento central de la actual campaña presidencial estadounidense: este es el año de los hombres blancos con bronca.
Estos son los votantes que dieron a Donald Trump su contundente victoria en Michigan, Mississippi y otros estados y que pueden llevarlo a ganar en una serie de grandes estados industriales la próxima semana.
Pero he aquí otro dato interesante y que no ha sido tan publicitado: los hombres blancos enfadados también contribuyeron al sorprendente triunfo del senador Bernie Sanders sobre Hillary Clinton en la contienda demócrata de Michigan. Y estos votantes pueden también mantenerlo en la disputa por la nominación por varias semanas más.
Todo esto sugiere que las elecciones generales de noviembre tal vez tendrán que ser definidas por los independientes. En ese caso, la gran pregunta será si los demócratas podrán ganar suficientes votos independientes para complementar las grandes ventajas que ya tienen entre mujeres y minorías raciales.
Las primarias republicanas del martes, donde Trump obtuvo otras dos resonantes victorias, permiten ver el nuevo escenario con mayor claridad. Según las encuestas a boca de urna, 52% del electorado republicano en Michigan era de sexo masculino. Trump ganó esa franja sobre el gobernador del vecino estado de Ohio, John Kasich, por 43% a 23%. Al mismo tiempo perdió entre las mujeres, que fueron 30% para el senador Ted Cruz y 28% para Trump.
La historia fue similar en Mississippi: Trump ganó el voto masculino por 20 puntos porcentuales, según las encuestas de boca de urna. También ganó el voto de las mujeres, aunque por sólo 9 puntos porcentuales.
En conclusión: cuanto más masculino el electorado republicano, mejor para Trump. Y cuanto más enojado esté ese electorado, mejor aún.
En Mississippi, 41% de los republicanos describe sus sentimientos hacia el gobierno federal como “enojo”; Trump ganó en ese segmento por un 57%. En Michigan, 32% de los votantes republicanos también dijo estar enojado con el gobierno federal. Trump ganó 48% de ese grupo, frente al 24% de Cruz.
¿Y por qué están enojadas estas personas? He aquí una clave.
Cuando se les preguntó a los votantes de Michigan si el comercio con otros países crea puestos de trabajo o los elimina, más de la mitad dijo que los elimina. Y esto en el Partido Republicano, otrora bastión del libre comercio. Entre aquellos que ven el comercio internacional como un destructor de las fuentes de trabajo, Trump superó a Cruz por 42% contra 23% de los votos.
Más evidencia de que el ejército de Trump está compuesto por indignados que creen que la economía los ha dejado atrás: entre los graduados universitarios blancos en Michigan, Trump perdió ante Kasich. Pero entre los blancos sin título universitario, ganó por casi 20 puntos porcentuales.
Los hombres blancos enojados son también el sostén de la campaña de Sanders.
En Michigan, esos votantes redujeron su distancia de Hillary Clinton, compensando en buena medida la gran ventaja que ésta le llevaba entre las mujeres y entre las minorías. Entre las mujeres, las encuestas de boca de urna indican que Sanders terminó justo detrás de Clinton, pero entre los hombres ganó fácilmente, por 54% contra 44% de los votos.
Al igual que en el caso de Trump, la campaña de Sanders resuena particularmente bien entre los que se sienten marginados por la economía. Entre quienes consideran que la desigualdad de ingresos es el tema más importante, Sanders venció a Clinton por 60% contra 39%. Y entre los que piensan que el comercio quita puestos de trabajo, ganó 56% al 43%.
En otras palabras, la dupla Trump y Sanders está haciendo colapsar el consenso bipartidista en favor del libre comercio que se había consolidado desde la década de 1990. Y los hombres blancos enfadados que sienten que el comercio internacional ha desplazado sus actuales puestos de trabajo y reducido sus perspectivas de futuro, lideran ese proceso.
Al final, es muy posible que estos votantes sean suficientes para propulsar a Trump a la nominación del Partido Republicano, algo que podría definirse después de las primarias de la próxima semana en los grandes estados industriales de Ohio, Illinois y Missouri. Pero probablemente no alcanzarán para entregarle a Sanders la nominación demócrata.
Esto crearía las condiciones de una fascinante batalla en noviembre. Según una nueva encuesta de The Wall Street Journal / NBC News, en un hipotético enfrentamiento entre Clinton y Trump, aquella supera a este por 51% contra 38% de los votos. Pero entre los hombres blancos, Trump le gana cómodamente a Clinton por 53% a 35%.
¿Podrá Trump aferrarse a esta ventaja y agrandar su diferencia en otros segmentos? ¿Socavará Hillary esa ventaja de su potencial rival republicano? De la respuesta a estas preguntas puede depender el nombre de quien reemplace a Barack Obama.
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