¿Por quién votarían los hispanos para presidente de EEUU?
Como en elecciones previas, los analistas políticos de nuevo pronostican que los votantes hispanos jugarán un papel crucial en la elección del 2016 en la cual se podría decidir el destino de 11 millones de inmigrantes indocumentados y el futuro de las relaciones con México.
El magnate Donald Trump busca la nominación republicana luego de iniciar su campaña insultando a los mexicanos, prometiendo construir un muro a lo largo de frontera con México y amenazando con deportar a indocumentados.
La ex secretaria de Estado Hillary Clinton busca convertirse en la abanderada demócrata prometiendo no deportar a indocumentados sin antecedentes penales y ampliando las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama que protegen contra la deportación y otorgan permisos de trabajo a cuatro millones de extranjeros sin papeles.
¿Por quién votarían los hispanos estadounidenses si los nominados fueran Trump y Clinton?
Hay indicios que los votantes hispanos respaldarían mayormente a Clinton, pero que no rechazarían del todo a Trump, a pesar de sus amenazas contra los indocumentados, que son mayormente hispanos.
Una nueva encuesta emitida el jueves por la escuela Steven J. Green de asuntos internacionales y públicos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) muestra que un 82 por ciento de hispanos votarían por Clinton, pero que más del 18 por ciento respaldarían a Trump si la elección fuese hoy.
Lo que es más significativo de la encuesta es que los hispanos que votarían por Trump lo harían debido a sus ideas sobre inmigración, no obstante que estas incluyen su amenaza de deportar a indocumentados y construir el muro fronterizo.
“Fue algo que nos sorprendió”, dijo Eduardo Gamarra, profesor de FIU en el Departamento de Política y Relaciones Internacionales, y fundador del Foro Latino de Opinión Pública.
El sondeo, diseñado por Gamarra y el también profesor de FIU, Guillermo Grenier, fue realizado por Adsmovil, empresa de mercadeo de telefonía móvil, que contactó entre el 1ro y el 8 de marzo a más de 500 hispanos que dijeron estar registrados para votar. El margen de error es de 4.5 por ciento.
En entrevistas con hispanos que han votado o piensan votar por Trump en Miami-Dade, estos han dicho a el Nuevo Herald que no perciben que el magnate sea antiinmigrante, sino más bien opuesto a la inmigración ilegal.
Otros hispanos que apoyan a Trump dijeron que no era su postura hacia los indocumentados lo que los atraía, sino la percepción de que como empresario podría mejorar la economía, previniendo que las compañías estadounidense no sigan favoreciendo a empleados extranjeros o llevando sus instalaciones a otros países.
“Es el único que puede tener los pantalones para levantar la economía”, dijo el votante cubano Pedro Roteta, que votó por Trump en la primaria de la Florida el martes.
Clinton obtuvo la mayoría de votos hispanos demócratas en la primaria floridana –un 68 por ciento–, pero a Trump, con un 26 por ciento, no le fue tan mal entre los hispanos, según resultados de una encuesta de CNN entre hispanos republicanos que acababan de depositar su voto en las urnas.
Aunque los resultados de las primarias y asambleas partidistas o caucuses realizadas hasta ahora indican que Trump y Clinton podrían ser los abanderados republicano y demócrata, el proceso de selección no ha terminado.
Además de Clinton y Trump, aún quedan en la contienda los republicanos Ted Cruz y John Kasich y el demócrata Bernie Sanders. El otro republicano a quien también se le daban posibilidades de avanzar a la nominación, Marco Rubio, suspendió su campaña al perder el voto de la Florida el 15 de marzo.
A pesar de eso, para muchos hispanos, especialmente los cubanos del sur de la Florida, es un orgullo que Rubio y Cruz se hayan postulado a la presidencia de los Estados Unidos.
Rubio, senador por Florida, y Cruz, senador por Texas, son los primeros hispanos en llegar tan lejos en una campaña presidencial en la historia del país. Cruz aún tiene posibilidades de convertirse en el primer presidente hispano, porque sigue en campana en un esfuerzo por bloquear la nominación de Trump. El ex gobernador de Florida, Jeb Bush, que suspendió su campaña presidencial luego de perder en Carolina del Sur, dio sus respaldo a Cruz el miércoles.
“Sin dudas es un orgullo que dos de los nuestros se hayan postulado”, dijo Peter Padrón, votante cubano entrevistado la semana pasada.
Dos hispanos, Ben Fernández y Bill Richardson, se postularon a la presidencia en el pasado pero ninguno de los dos ganó una primaria o caucus presidencial.
El primer candidato presidencial hispano fue Fernández, un republicano nacido en Kansas de padres mexicanos. Ganó tres delegados en las primarias de 1980, y luego hizo dos campañas más en 1984 y 1988, ambas sin éxito.
Richardson, un demócrata que fue gobernador de Nuevo México y embajador ante las Naciones Unidas, fue candidato presidencial en el 2008, pero suspendió su postulación luego de derrotas en las primarias y caucuses iniciales. Su madre era nacida en México, y se había casado con un banquero estadounidense, William Blaine Richardson.
No todos los hispanos comparten el orgullo expresado por cubanos en Miami sobre las candidaturas de Rubio y Cruz.
“Son traidores porque están en contra de las leyes que pueden ayudar a nuestros inmigrantes de hoy en día”, dijo en un reciente evento en Coral Gables Dolores Huerta, líder comunitaria que fundó con el activista agrícola Cesar Chávez el grupo United Farm Workers y que hoy es miembro de la junta de la organización proinmigrante People for the American Way.
Huerta dijo que Clinton debe ser la campeona de los hispanos.
Clinton resultó ampliamente favorecida por el voto hispano en la primaria de la Florida.
Según una encuesta entre hispanos que acababan de votar, un exit poll, de CNN, el 68 por ciento de los hispanos demócratas dijeron haber votado por Clinton en Florida.
Gihan Perera, director ejecutivo del grupo New Florioda Majority, dijo en un comunicado que Trump había despertado el voto hispano y que muchos hispanos se estaban movilizando para votar en contra del empresario.
Para algunos analistas cubanoamericanos, que no más cubanos hayan votado por Trump, es un reflejo de su rechazo a la postura inicial del empresario a favor del deshielo con Cuba
“El martes, los votantes republicanos del Condado Miami-Dade, compuestos mayormente por cubanoamericanos, escogieron a Marco Rubio sobre Donald Trump 63 por ciento a 22 por ciento”, escribió Mauricio Claver-Carone en Capitol Hill Cubans. “Trump había sido el candidato que más cercanamente se le había asociado con la política de Obama hacia Cuba, aunque (para ser justos) empezó a corregir sus puntos de vista en el más reciente debate en Miami”.
En cuanto a inmigración, Rubio fue uno de los autores del proyecto de ley en 2013 que hubiera legalizado a los indocumentados, pero se distanció de la propuesta como candidato presidencial. Cruz, como senador, votó contra la propuesta de legalización y como candidato presidencial ha prometido deportar a indocumentados.
Lo que podría debilitar el papel del votante hispano es su falta de consistencia en ir a las urnas.
Aunque el número de votantes hispanos ha aumentado desde 1992, cuando eran solo 8.8 millones, hoy son 28 millones, su interés en votar sistemáticamente no se ha incrementado.
Un estudio reciente de la cadena CNN en Español, en conjunto con el Centro de Estudios Latinoamericanos, Caribeños & Latinos así como del Centro de Posgrado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), dice que en las elecciones presidenciales entre 1992 y 2012, menos de la mitad de todos los votantes hispanos potenciales sufragaron, comparado a blancos no hispanos y negros.
Según el estudio, los hispanos se registraron para votar a tasas mucho menores que los otros grupos étnicos en Estados Unidos.
Entre 1992 y el 2012, la tasa de registro para votar entre hispanos permaneció estancada en un 58 por ciento, según el estudio.
Esto contrasta con un registro de por lo menos el 73 por ciento para votantes potenciales blancos no hispanos y negros para en el 2012, dice el estudio.
La situación en la Florida es diferente.
Según el estudio, un 75 por ciento de los votantes hispanos en la Florida estarán registrados para sufragar en la elección presidencial del 8 de noviembre, y un 64 por ciento de los latinos registrados irá a las urnas.
El estudio pronostica que los hispanos en la Florida representarán un 20 por ciento de todos los votos floridanos en noviembre, “convirtiéndose así en una fuerza decisiva para el resultado de la elección en el estado”.
Todo indica que por ahora los hispanos parecen más decididos a respaldar a Clinton que a Trump o Cruz.
Una encuesta del Washington Post y Univisión en febrero mostró que ocho de cada 10 votantes hispanos tienen opiniones desfavorables hacia Trump.
Quizás vale la pena recordar el vaticinio de Rubio días antes de suspender su campaña.
“Si Donald Trump es nuestro nominado, va a perder”, Rubio dijo a la cadena ABC el fin de semana antes de la primaria de la Florida. “Perderá ante Hillary Clinton y ella será elegida”.
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