¿Es Macri más populista que Evo?
Por Alejandro A. Tagliavini
El Tiempo, Bogotá
La comparación entre las políticas de Mauricio Macri, presidente de Argentina, y Evo Morales, presidente de Bolivia, es interesante porque devela la relación entre el discurso de los políticos, la opinión pública y la realidad concreta.
Claramente Evo tuvo –y mantiene– un discurso populista y un arranque estatista que se manifestó, por ejemplo, en la nacionalización de empresas de hidrocarburos, mineras, eléctricas y de servicios. Cabe aclarar que no fue tan retardatario porque las compañías expropiadas no eran privadas sino concesiones con oligopolios otorgados por el Estado. Macri mantiene estatizadas casi las mismas empresas.
Pero Evo se moderó y convive pacíficamente con el sector privado. Macri, en cambio, tuvo un discurso pretendidamente promercado, pero hoy apunta a fortalecer al Estado y su ‘asistencialismo’. El gobierno boliviano asume parte de los costos de la energía, la harina, la leche y el pollo; el argentino mantiene muchos subsidios y básicamente la misma política asistencialista.Bolivia creció en los últimos 12 años, en buena medida gracias al alto precio de las materias primas –el 50 % de sus exportaciones son de gas natural y el resto también son de materias primas–, y a pesar de que sus precios han bajado, en 2015 su PIB avanzó 5,5 %, uno de los mejores del mundo
Evo no pone fuertes restricciones para la inversión privada, sea nacional o extranjera. Pero en el ranquin de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial, Bolivia ocupa el puesto 157, mientras que Argentina se ubica en el puesto 121, con datos anteriores a la gestión de Macri (2015), mas nada ha cambiado desde entonces.
Con base en datos de la OCDE, la presión fiscal argentina supera el 34 % del PIB y sigue en ascenso, a lo que hay que sumarle una descomunal inflación del 33 % anual, debido al desbocado gasto estatal –la presión impositiva sube a un ritmo del 35% y no alcanza para bajar el enorme déficit–, mientras que en Bolivia es del 28 % y la inflación, en 2015, del 2,95 %.
Asimismo, la pobreza crece con Macri y en Bolivia baja; según el Índice de Libertad Económica 2016 de la Heritage Foundation, Bolivia ocupa el lugar 160 y sube, mientras que Argentina es menos libre, está en el puesto 169 y continúa bajando. Claro que esta medición se hizo con datos del 2015, antes de Macri; sin embargo, en lo que va de la nueva gestión, no se han presentado mejoras importantes –salvo la parcial liberación del mercado de cambios–, pero sí algunos retrocesos.
Así las cosas, mientras de Argentina se fugan capitales, la tasa de Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) en el periodo 2005-2014, en Bolivia, creció en 59,4 %; una cifra superior al promedio de América Latina y el Caribe, que es del 13,5 %. La deuda externa boliviana baja en términos relativos y, a fines de 2015, equivalía al 25 % del PIB, mientras que en Argentina supera el 60 % y Macri la aumentó –para cubrir gastos estatales– con la mayor emisión de bonos de la historia argentina (US$ 16.500 millones), pagando una tasa superior a la que paga Bolivia.
Las reservas internacionales de Bolivia subieron desde 2005 –aunque han vuelto a la baja– más de 700 % llegando a US$ 13.000 millones. Las de Argentina, en cambio, siguen raquíticas. Así, en 2016, el PIB de Bolivia crecerá 4,5 % y el de Argentina caerá -0,8 %; pero debería crecer en 2017, según la Cepal, dado el “buen clima inversor”, el cual, como vimos, no existe sino para especulación; por lo tanto, no creo que crezca.
El autor es miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute, de Oakland, California.
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