Guatemala: Empecemos con tres cambios
Después del escándalo en el Congreso con las reformas al Código Penal, se retomó el tema de las reformas electorales. El presidente del Tribunal Supremo Electoral, TSE, informó que en los próximos días enviara su propuesta. En el Congreso se propone integrar una mesa técnica para analizar los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, LEPP, y presentar al pleno una propuesta consensuada.
Ante este panorama, es importante mantener siempre la vista en el largo plazo, comprender cuál es el objetivo de reformar la ley y cuál es la mejor forma de lograrlo. El principal objetivo es mejorar el sistema electoral y lograr que el ciudadano se identifique con quienes le representa en el Congreso. La oportunidad que veo en esta ocasión es, que ahora se habla de forma más contundente la necesidad de votar uninominalmente por los diputados
Entonces, si tuviera que decidir cuáles son las tres reformas que deberían incluirse en los cambios a la LEPP, ¿cuáles serían? ¿Eliminar el financiamiento de los tributarios a las campañas electorales? ¿Disminuir el número de diputados? ¿Cambiar el sistema de d’Hondt? ¿Diseñar subdistritos para facilitar la votación directa? ¿Limitar la reelección? ¿Incluir cuotas de participación? ¿Eliminar la prohibición de publicar encuestas quince días antes de las elecciones?
Considero que hay muchas cosas que se deberían modificar de la LEPP para mejorar el sistema, sin embargo es importante, en estos momentos, enfocarse en pocos cambios, viables y sustanciales que abran la puerta a reformas posteriores.
Según Alejandro Baldizón y Eduardo Fernández, catedráticos universitarios y conocedores del tema electoral a quienes les hice esta pregunta, los tres cambios a la LEPP deberían ser: 1. Bajar las barreras de entrada, 2. Cambiar la fórmula de votación y 3. Fortalecimiento progresivo del TSE
El primer punto de disminuir las barreras de entrada, es decir, abrirse a la competencia electoral permitiría quitarles el monopolio a los partidos políticos para presentarse en las elecciones. Con esto, se podría pensar en comités cívicos o candidaturas independientes, además esto incluiría disminuir los requisitos para la formación de partidos, ya que se reduciría el número de afiliados y la presencia territorial.
Los partidos políticos dejarían de ser el único vehículo electoral para participar en las elecciones, esto le restaría poder a los Secretarios Generales y los listados dejarían de ser una carta de negociación. La competencia obligaría a acercarse más al votante para conocer sus necesidades.
En el segundo punto, uno de los más reclamados por la ciudadanía, votar de forma uninominal o mediante listas pequeñas abiertas permitiría votar directamente por los diputados distritales, eliminaría las grandes listas que permite lleguen al Congreso aquellos que no son reconocidos o aceptados. Además permitiría establecer una responsabilidad directa del elector con su decisión.
Un aspecto importante en este segundo punto, es eliminar el sistema d’Hondt para otorgar los escaños y dejarlo de forma directa; es decir quienes obtienen más votos ganan un puesto en el Congreso, así llegarían al Congreso aquellos por los que votaron directamente. Este aspecto será necesario discutirlo ya que de nada sirve votar directamente si mediante fórmulas pueden llegar al Congreso aquellos que obtuvieron menos votos.
El tercer punto, el fortalecimiento progresivo del TSE es necesario para poder reforzar el cumplimiento de las leyes y reglamentos. Sin embargo es importante señalar que este fortalecimiento no se refiere a asignarle mayores funciones como la de contratar y asignar la “propaganda igualitaria electoral”, o censurar las encuestas de opinión quince días antes de las elecciones, sino la de convertirse en el tribunal supremo en materia electoral.
Las reformas electorales ya se están discutiendo, por lo tanto debemos enterarnos qué se discute y decidir cuáles son las reformas que deben incluirse. No olvide que el objetivo a largo plazo es mejorar el sistema y no sólo modificarlo porque sí o para empeorarlo.
Si bien es cierto estos cambios no mejorarán el sistema electoral de la noche a la mañana, sí permitirán mejorarlo conforme se vayan utilizando las nuevas reglas. Lo importante es tener claras las ideas y pensar en el largo plazo para soñar con un país mejor donde el gobierno esté limitado. Es válido soñar con una mejor Guatemala que se construye día a día, así que ¿cuáles serían los cambios a la Ley que usted haría?
- 23 de julio, 2015
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