El gran hermano en la era de Uber
Hace poco, Eva Núñez conducía para Shuddle Inc., un servicio de taxis que se especializa en viajes seguros para menores de edad, cuando pisó el freno para evitar atropellar a un perro.
El animal salió ileso, pero Núñez fue más tarde reprendida por Shuddle, que detectó la frenada mediante el sensor de velocidad en su teléfono inteligente. En un informe enviado por correo electrónico que detalla su desempeño al volante cada semana, la compañía señaló la ubicación del incidente y le advirtió que frenara de forma más gradual.
Los mismos teléfonos inteligentes que más de un millón de conductores de servicios de taxis utilizan para recoger pasajeros y cobrar tarifas están rastreando cuándo aceleran, si toman atajos, frenan bruscamente o envían mensajes de texto mientras manejan. Varias empresas, entre ellas Uber Technologies Inc., están probando maneras de recolectar estos datos al conectar las lecturas del sensor telefónico con datos de geolocalización y los patrones de tráfico.
El uso de tecnología para hacer un seguimiento de la seguridad de los conductores de flotas comerciales ha existido durante décadas, principalmente en la industria del transporte de carga, en la que los camiones contienen una grabadora que registra cosas como el uso de los frenos y el exceso de velocidad.
Pero este campo de la tecnología, conocido como telemática, podría finalmente estar listo para su adopción generalizada debido en parte a los teléfonos inteligentes y aplicaciones para reservar taxis.
Las compañías de San Francisco Uber y Lyft Inc., las dos aplicaciones de viajes compartidos más grandes de Estados Unidos, han mantenido conversaciones con las empresas que diseñan software de telemática, y están considerando implementarla ampliamente en el futuro, dijeron ejecutivos de ambas empresas.
Las compañías tienen como objetivo mejorar la seguridad, que se extiende más allá de la verificación de antecedentes y la retroalimentación de los pasajeros. Registros detallados de conducción podrían ayudar a detectar el comportamiento imprudente, bajar costos de seguro y resolver disputas por accidentes.
Pero el grabar y analizar cada uno de los movimientos de un conductor también saca a relucir cuestiones jurídicas y problemas de privacidad.
Por un lado, Uber y sus competidores podrían estar extralimitándose en la vida de trabajadores a quienes definen como contratistas independientes, no empleados. Eso podría debilitar los argumentos legales de estas empresas de que su mercado provee flexibilidad y libertad a los conductores, por lo tanto no debería tener que pagar beneficios de salud u otros gastos normalmente cubiertos por un empleador.
En noviembre y sin hacer anuncios al respecto, Uber comenzó a hacer seguimiento de los patrones de velocidad, aceleración y frenado de los conductores en el área de Houston. Cuando los pasajeros se quejan de los conductores incompetentes, Uber utiliza estos datos para comprobar si éstos tienen un patrón de manejo errático respecto del promedio de automovilistas de esta ciudad del estado de Texas. Si encuentra evidencias de esto, la compañía advierte al conductor por correo electrónico que maneje con más cuidado.
Una portavoz de Uber dijo que la empresa ha desarrollado parte de su propia tecnología telemática y que también prueba software desarrollado por terceros, pero se negó a especificar nombres o si planea expandir el seguimiento de los conductores más allá de Houston.
La portavoz dijo que a pesar de que Uber no notificó a los conductores de dicha ciudad que les estaba haciendo un seguimiento, el contrato con ellos siempre ha dicho explícitamente que la compañía monitorea los datos de localización.
El contrato más reciente entre Uber y sus conductores indica que la empresa “puede monitorear, rastrear y compartir con terceros la geolocalización del chofer” por seguridad. No menciona específicamente la tecnología GPS u otros sensores telefónicos, como los acelerómetros o giroscopios utilizados en pruebas recientes.
Uber y el resto de sus competidores también deben lidiar con las limitaciones técnicas del software. ¿Es justo depender de un sistema que no puede detectar si un perro se atraviesa en la carretera? “Si no hubiera pisado [el freno] con firmeza, habría atropellado al perro”, dijo Núñez, de 51 años, una estudiante de diseño de moda en Redwood City, California, que conduce a tiempo parcial para Shuddle. Una portavoz de la empresa, con sede en San Francisco, dijo que los conductores pueden explicar por qué se produjeron los incidentes y que sólo enfrentarán consecuencias negativas si surgen problemas con frecuencia o si hay un “comportamiento atroz o peligroso”.
El sistema de Shuddle para identificar a los malos conductores fue desarrollado por Zendrive Inc., una startup de San Francisco cuyo software es utilizado por decenas de empresas que gestionan flotas de conductores. Zendrive ofrece a estas compañías código para insertar en sus propias aplicaciones, que sus conductores luego descargan y ejecutan en sus teléfonos mientras trabajan.
Esta tecnología hace un seguimiento de cada viaje y califica constantemente a los conductores en una escala de 1 a 100. Si pisan el freno de repente, podrían perder un punto. Si juegan con sus teléfonos durante un viaje, perderán tres puntos. Esos puntos pueden ser recuperados con cada viaje respetuoso de la ley y sin distracciones.
Carly Lutz, vicepresidenta de experiencia familiar de Shuddle, dijo que darles esos puntajes a los conductores en un informe semanal ha mejorado la manera en que manejan. La empresa emite advertencias a los conductores que son reprendidos por manejar mal a menudo, y en unos pocos casos ha desactivado a choferes que registraron una baja calificación de Zendrive, en combinación con otras señales de advertencia.
El director de tecnología de Lyft, Chris Lambert, dijo que su compañía tuvo conversaciones con proveedores de tecnología telemática pero que decidió que el desarrollo del software está en una fase demasiado temprana como para ser implementado con sus miles de conductores.
“Hay mucho trabajo por hacer para lograr la tecnología perfecta en cuanto a la identificación de los hechos y la determinación de lo que realmente lleva a tener conductores más seguros”, dijo.
Los ejecutivos de Lyft temían que los conductores rechazaran esta tecnología debido a la posibilidad de falsos positivos y falsos negativos. Por ejemplo, un conductor que es nuevo en una ciudad y conduce muy lento podría ser recompensado, mientras que alguien que da un giro repentino para salvar la vida de un animal podría ser castigado.
“La mayoría de la gente quiere ser mejor conductor”, dijo Lambert. “Los choferes sólo tienen que confiar en que el sistema está haciendo eso”.
Redcap, un servicio de valet utilizado por los concesionarios de automóviles para las unidades de reparaciones y pruebas en Fort Lauderdale, Florida, sólo comparte los puntajes de Zendrive con los conductores que están entre el mejor 10% o el peor 10% del total, dijo el presidente ejecutivo, David Zwick.
Los conductores del servicio de Redcap “no conocen a Zendrive por su nombre, pero saben que tenemos la capacidad que nos permite ver cómo conducen”, dijo. “Si encontramos malos actores, nos ocuparemos de ellos”.
- 23 de julio, 2015
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