Los grandes costos de crear empleo en Argentina
En Argentina, según los números del Banco Mundial, despedir a un empleado con 5 años de antigüedad cuesta, contando período de aviso y monto de la indemnización, más de 30 semanas de salario. Así, en el ranking de costos laborales, la economía trasandina se ubica en el puesto 19 sobre un total de casi 200 países. Mientras que en Latinoamérica ocupa el segundo lugar, al ser superada solo por Ecuador. Si se toma el costo promedio de despedir a un trabajador con 1, 5 y 10 años de antigüedad, los resultados no cambian.
Los impuestos y contribuciones laborales, al igual que el costo de despido, son otro escollo grande en el mercado laboral argentino, puesto que, un nivel elevado de estos desincentiva la creación de empleo. En 2016, en Chile una firma destinó aproximadamente el 4% de su ganancia comercial a pagar todos los impuestos y contribuciones obligatorias existentes sobre el empleo, mientras que en Argentina dicho porcentaje fue de 29%, siendo el tercer valor más elevado en Latinoamérica detrás de Brasil y Costa Rica.
Otro punto “destacado” del país trasandino es el modelo sindical heredado de la Italia de Mussolini. Entre 1935 y 1939 Perón fue agregado militar en Italia, en donde conoció a fondo el modelo laboral del dictador italiano que consistía en el “unicato”, es decir, en la existencia de un sindicato único por rama de actividad. En la actualidad, en muchos países del mundo (Chile inclusive) la negociación salarial se ha ido descentralizando a lo largo del tiempo, es decir, se da a nivel empresas. En cambio, en Argentina la negociación se da a nivel sectorial, por lo que, el acuerdo logrado por el sindicato único se impone para cualquier tipo de firma sea pequeña o grande. Una de las consecuencias más grandes de esto último es que el salario deja de estar alineado con la productividad, por lo que el trabajo se vuelve menos rentable, las probabilidades de ser despedido aumentan y las empresas se vuelven menos propensas a crear empleo. Por esto, bajo un esquema de negociación sectorial el desempleo tiende a ser más alto que bajo uno de negociación a nivel firma (Jimeno y Thomas, 2013).
La reforma que pretende llevar a cabo la gestión de Mauricio Macri apunta principalmente a disminuir el costo de crear empleo, siendo alguno de sus puntos más importantes la reducción de las contribuciones, la restricción del cálculo de las indemnizaciones por despido al salario básico y la limitación los reclamos judiciales. Estos cambios van en la dirección indicada porque van a facilitar la creación de empleo de calidad en una economía que tiene la necesidad de reducir el empleo público y la elevada tasa de pobreza que alcanza casi el 30%. No obstante, algo que quedará pendiente para algún momento de fortaleza institucional y político es limitar el inmenso poder sindical.
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