Los peores errores que cometen los venezolanos al emigrar a Estados Unidos
La desesperación por escapar de la crisis socioeconómica e institucional en Venezuela, sumado a que Estados Unidos continúa siendo la nación más deseada por los venezolanos en fuga, ha conllevado a que miles de estos emigrantes cometan errores en el proceso migratorio, producto de la inexperiencia y el mal asesoramiento.
Estas equivocaciones a menudo conducen al fracaso de sus planes, a vivir bajo la sombra de la ilegalidad e incluso a la deportación, para luego regresar a Venezuela con el dinero perdido y desmoralizados.
A fin de conocer estas fallas, entrevistamos a Adriana Kostencki, abogada de inmigración con un largo historial de servicio público y presidenta de la Asociación Venezolana-Americana de Abogados.
¿Cuáles son los errores más frecuentes de los venezolanos al emigrar a Estados Unidos?
1) No buscar asesoría legal adecuada y a tiempo.
Muchos cometen el grave error de escuchar “consejos legales” de amigos, colegas y familiares, sin consultar con un abogado sobre las posibilidades que tienen.
No podemos vivir de las experiencias ajenas en un asunto tan delicado como la estadía legal, ya sea temporal o permanente, de un grupo familiar. Una consulta temprana con un abogado puede ayudar a un venezolano a conocer las alternativas de visa. Y si no tuviese ninguna, puede evaluar si es preferible ir a otro país con mejores opciones.
2) Creer que el negocio exitoso que estableció en Venezuela será igual de exitoso en EEUU.
Si se desea invertir en Estados Unidos es importante consultar con un experto en planes de negocios. Muchos creen que es suficiente el conocimiento de la industria que traen de su país. Grave error. Al hacerse una evaluación inicial, se estudia el mercado y las necesidades del consumidor. Así se siembran raíces sólidas para un emprendimiento exitoso.
Si en Venezuela vendía 10 productos, comience aquí solamente con uno. Sea el mejor en ese producto y luego incorpore otros. De lo contrario, es más difícil demostrar pericia, sobre todo en un país donde hay tantos competidores de “grandes ligas” que pueden opacar los productos y servicios del pequeño empresario. Pasos cortos, pero seguros.
3) Esperar que otro venezolano nos dé trabajo apenas llegamos.
Somos una comunidad muy joven. Muchos venezolanos han comenzado sus negocios recientemente, o si llevan varios años con su negocio, están en el curso de su propio proceso migratorio para alcanzar el estatus legal permanente.
Los empresarios están obligados a contratar únicamente a personas con permisos de trabajo. En este sentido, no es que el amigo empresario no desee ayudar a otro compatriota, sino que contratar a alguien sin autorización para trabajar o sin visado, puede afectar negativamente sus objetivos migratorios, acarrear multas sustanciosas e incluso penas judiciales.
Es importante entender que no todos califican para el asilo. Tener a un conocido en proceso de asilo no significa que califiquemos. Si un venezolano decide presentar una solicitud de asilo y la misma es eventualmente considerada frívola, fraudulenta o no meritoria, o si presenta su solicitud con el único fin de obtener autorización de empleo, las consecuencias migratorias pueden ser severas.
Si el oficial de inmigración descubre que el solicitante mintió, su petición será negada y seguidamente será referido a los tribunales de inmigración y se dará inicio a un proceso de deportación. Si se determina que la solicitud de asilo fue “frívola”, el solicitante puede quedar sujeto a una restricción permanente de otros beneficios migratorios.
Estas solicitudes no deben hacerse a la ligera. Ya el gobierno ha comenzado a tomar medidas de deportación contra venezolanos que presentaron solicitudes de asilo y, desafortunadamente, no lograron demostrar que calificaban.
La realidad no es que estén deportando a los venezolanos, sino a aquellos que presentaron solicitudes de asilo sin mérito; sin las evidencias requeridas. El temor a regresar a Venezuela puede estar presente, pero no alcanza el nivel de persecución requerido para calificar como refugiado.
Si una persona trabaja sin permiso legal, ¿qué implicaciones pudiera tener en una futura solicitud de visa? ¿Puede ser denegada su solicitud?
La ley federal impone penalidades no solo a las personas que trabajan ilegalmente o por debajo de la mesa, sino también a las empresas que contratan a personal sin autorización de empleo.
La persona que trabaja sin tener estatus legal está sujeta a la pérdida de su estatus migratorio, y a que eventualmente se le inicie un proceso de deportación o no pueda recibir ningún beneficio migratorio en el futuro.
Por su parte, los empleadores que contraten a personal sin permiso de trabajo pueden ser multados por el Departamento del Trabajo, e incluso estar sujetos a cargos penales.
Si los venezolanos ingresan como turistas, ¿pueden inscribir a sus hijos en las escuelas?
Si tanto los padres como los hijos ingresan como turistas, bajo ninguna circunstancia deberían los niños estudiar en un colegio público o privado. Cuando un grupo familiar entra a Estados Unidos con visa de turista, generalmente indica que viene de vacaciones, a visitar a un familiar, etc. Si los padres inscriben a los hijos en colegios, incumplen esa intención, y hay una presunción de que mintieron al oficial de inmigración.
Si los padres desean que sus hijos estudien, lo recomendable es buscar admisión en un colegio privado que emita las certificaciones necesarias, como la I-20, para que los niños puedan luego solicitar una visa de estudiante o un cambio de estatus a estudiante.
Es importante resaltar que las escuelas públicas generalmente no hacen preguntas acerca del estatus migratorio de sus estudiantes y tienen políticas inclusivas en las que aceptan a todos los niños residentes en su jurisdicción. Sin embargo, al estudiar con un estatus de turista se viola la ley, lo que pudiese implicar que la persona pierda su estatus legal y que, en el futuro, no pueda recibir otro beneficio migratorio de manera permanente.
He escuchado de personas que luego han ido a consulados a pedir visa y se la niegan sin explicación. En ocasiones, la razón es que los niños estudiaron con estatus de turista. En estos casos, tienen que asesorarse con abogados para analizar si existen alternativas que les permita solicitar un perdón o medida para sanar la infracción del estatus.
Es este un buen momento para que el venezolano se traslade a Estados Unidos con la intención de quedarse? ¿Cuáles son los mayores impedimentos?
Debemos estar conscientes de que no todos califican para algún beneficio migratorio en Estados Unidos. Si bien existen muchas alternativas de visas, a lo mejor no es el país adecuado para cierto grupo familiar.
Por eso es tan importante tomar una decisión inteligente, más allá de la emoción o la esperanza. La mejor decisión al llegar a Estados Unidos es estudiar con un abogado de inmigración los posibles caminos para lograr un estatus legal.
Si no existen estas alternativas o si son muy complejas y costosas, el grupo familiar puede entonces evaluar, de forma temprana, si quizás en otros países tengan mejores posibilidades de estadía, crecimiento familiar, profesional, financiero, etc.
Hay países que nos aceptan por nuestras profesiones, o porque tenemos una segunda nacionalidad, o por la experiencia que hemos acumulado. Al momento de emigrar, debemos tomar la decisión con los pies sobre la tierra.
Mi último consejo es que bajo ninguna circunstancia dejemos vencer nuestro estatus legal. Esto es algo que puede luego ser mucho más difícil de recuperar. Hay alternativas, pero no son ilimitadas, y si hay algo que tenemos en contra, es el tiempo.
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