Argentina: Las tasas están destruyendo al mercado
Por Alejandro A. Tagliavini
Si alguna escuela económica sigue el gobierno es la neo keynesiana cuyos dos principios -de moda- hoy aplica. Primero, la obra pública con la que se supone empujará a la economía, pero lo cierto es que el Estado retira recursos del sector privado los pasa por una burocracia que absorbe parte, y devuelve el resto en infraestructuras dudosas. Por cierto, con respecto al sistema PPP -que disimula gastos que al final pesaran en el Estado- se postergó, del 6 al 13 de julio, la entrega del depósito de garantía visto el empeoramiento del financiamiento dado el riesgo país y las altas tasas.
Precisamente, el segundo instrumento neo keynesiano es elevar el costo del dinero para “bajar la inflación”. El sueño de los políticos: emitir descontroladamente y luego “acotar la suba del IPC” subiendo tasas lo que, en verdad, es otro modo de esquilmar al mercado como la exagerada emisión e impuestos. Y lo real es que las tasas vienen subiendo y el IPC aumenta al mismo ritmo.
A ver, inflación es la exagerada oferta monetaria por sobre la demanda del mercado en tiempo real. Así, emitido el exceso se producen efectos inflacionarios en catarata imparables. Entonces, retirar circulante luego a cambio de altas tasas es doblemente inflacionario: directamente, ya que baja la demanda de dinero -que la gente deja invertida dado el alto rendimiento- aumentando el spread con la oferta, e indirectamente al destruir la producción lo que tiende a disminuir la demanda.
Insisto, el elevado costo del dinero destruye al mercado. Por caso, en junio, los patentamientos cayeron 18% debido en gran parte a que el 50% de las ventas se financian, según ADEFA. Según el titular de Toyota, las pymes llegan a cambiar cheques en cuevas a más del 80%. Para CAME, las ventas minoristas de materiales para la construcción bajaron 5% en mayo y “lo que más preocupa son las altas tasas, ya que es parte del capital de trabajo”.
Según London Capital Group el elevado costo del dinero provoca que, si bien en términos interanuales el crédito sigue creciendo (+50,1% en junio), comenzara a caer. Contra mayo, el stock de préstamos se retrajo 0,2% mensual en junio, los adelantos avanzaron 1,7% mensual, pero documentos retrocedieron 1,4%. Los préstamos con garantía real también caen: hipotecarios crecieron 3,7% contra 6,5% promedio mensual de los últimos 12 meses y los prendarios pasaron de 3,5% a 1,5%.
Además, por la reciente suba de encajes dispuesta por el BCRA, la tasa subió desde el 40,99% al 53,86% anual para adelantos en cuenta corriente que es, junto con el descuento de documentos, lo que más utilizan las empresas para financiar su caja diaria. En tanto el call pasó de 37,69 a 54,70%.
En cambio, los recursos en manos del mercado provocan grandes crecimientos: con lo poco que se bajaron las retenciones, el campo ha logrado mucho. Según Agritrend, la nueva campaña (2018/2019) podría llegar a exportar US$ 30.550 M, 6.700 M más que el ciclo que acaba de concluir. Lo que podría ayudar a calmar los precios de los alimentos que subieron hasta 28,7% en dos meses, según Focus Market. El área sembrada crecería y se invertirían más de US$ 10.000 M, según la Bolsa de Comercio de Rosario, de los cuales un 80% se cubrirán con créditos que se verán perjudicados por las altas tasas.
Entretanto, Dante Sica resaltó el avance del Registro Pyme (adhirieron 432.000 pymes que ahorraron unos $ 9.810 M por descuentos del impuesto al cheque y ganancias), la ampliación de Precios Cuidados y Ahora 12 y el impulso del Exporta Simple y la Ventanilla Única del Comercio Exterior. Y el BNA y el BICE otorgarán líneas por $33.000 M para las pymes.
Y también se anunció que 12 bancos estatales destinarán $26.000 M a las pymes para descuento de cheques hasta 90 días a una tasa de 29%. AFIP facilita el levantamiento de embargos y planes de pago. Esto luego de meses récord de cheques rechazados. O sea, bien por el recorte de impuestos, pero quitarle dinero al mercado para luego devolverlo en créditos subsidiados ¿qué sentido tiene?
En fin, hasta el revalúo impositivo debió postergarse por las tasas y, por cierto, las Lebac al 70% tornaría complicado cualquier intento de ajuste del gasto primario ya que implica unos US$ 30.000 M al año. En la presentación del Presupuesto 2019, se observa que en los primeros 5 meses del 2018, los pagos de intereses de deuda son el segundo ítem de gasto detrás de las jubilaciones, más que en remuneraciones de empleados públicos.
@alextagliavini
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