Los falsos defensores de la libertad

No se puede negar que actualmente en Venezuela hay una aceptación muy amplia de las ideas del liberalismo clásico y del libertarismo. Muchas personas dedican la mayor parte de su tiempo a proponer ideas del libre mercado, sin embargo en muchas ocasiones son puras palabras huecas que buscan captar la atención o seguidores a alguna tendencia política.

Es muy risible leer y escuchar a personajes que anteriormente ostentaron cargos de poder y ahora supuestamente proponen algo que quieren hacer pasar por libertad. Por ejemplo esos Ivy Leaguers ex-ministros, ex-presidentes o jubilados del Banco Central que ahora intentan pasar por debajo de la mesa como férreos defensores de la libertad económica pero que sólo aspiran a retornar a esos cargos o que sus pupilos lo hagan para ellos mantener esos lazos de poder que tanto disfrutaron en la cuarta y hasta quinta República.

El grave problema no está en que esas personas hayan sido socialistas, el asunto radica en que siguen y continuarán hasta el fin de sus días subestimando el poder e importancia de la libertad individual. Puedes escuchar a influencers de las redes que no se puede dar libertad monetaria –es decir eliminar el curso forzoso de cualquier moneda que es lo que propone Econintech y el Movimiento Libertad Venezuela- pero eso sí, jamás hablan de la eliminación de todo tipo de barreras e impuestos a las importaciones y exportaciones porque les eliminaría el proteccionismo a sus “paga la renta y brinda whiskies”.

Esos personajes son expertos utilizando un juego de palabras para decir “privatización” de las empresas públicas pero porqué no dirán entregar las acciones y renta de esas empresas a los Venezolanos? Es que acaso ellos quieren entrar en un proceso de “negociación” entre el “Gobierno” y la élite empresarial? además quién se quedará con todo el dinero de la privatización?

Estas personas siempre están con el “ansia loca” de demostrar una sabiduría supraterrenal para callar a cualquier simple ciudadano que pretenda defender su propia libertad, es decir ostente contradecirlos. “Panamá está al borde del colapso debido a la dolarización”, sostiene alguno de esos pichones de gurú, sin embargo no comenta que en ese país los ciudadanos disfrutan de la libertad monetaria como derecho constitucional, es decir no está dolarizado porque su constitución prohibe el curso forzoso de cualquier moneda en otras palabras, ningún gobierno puede establecer un control cambiario en ese país. Esto último es lo que más le duele a este tipo de personas porque quieren ser los eruditos que le estipulen al ciudadano común qué y cuánta cantidad de divisas comprar.

Otros igual de descabellados argumentan que Ecuador ha sufrido más desventajas con la dolarización que si no la tuviera. Que Venezuela no puede ser dolarizada porque “de donde va a imprimir más dinero para cubrir sus gastos el gobierno”, “cuando el dolar se fortalece pierden competitividad los empresarios” y otros argumentos que como dijera el professor Steve Hanke, pareciera estar oyendo a defensores férreos de los gobiernos y empresarios y no de los ciudadanos comunes.

A la final si analizas las propuestas, o argumentos, de esos personajes en el fondo encontrarás la simple ambición de controlar la economía y disfrutar del tráfico de influencias que ello conlleva. En definitiva la única solución para resolver los problemas de Venezuela, y que se mantenga vigente en el largo plazo, es la adopción de la libertad plena. Ello involucra libertad económica y civil, sin embargo ambas se logran con unas instituciones férreas e incorruptibles, algo que no tenemos en los momentos en nuestro país.

Algo se debe tener muy claro, las instituciones no se construyen en base a la “buena voluntad”, “disciplina” o “sabiduría” de quienes ejercerán funciones de gobierno. Se debe partir de que todo Ser Humano comete errores y este no es el problema, pero sí lo es que por esos errores cometidos todas las demás personas carguen con el costo y sean afectadas por una “mala decisión”.

Así pues, cada vez que estos personajes comenten sobre tú libertad debes considerar si estás dispuesto a que sea él -o ella- quien decida por tí. Y si ese es el caso, que tú quieres que decidan por tí, no le puedes imponer a los demás que decidan por ellos. De ahí que la democracia es imperfecta porque los socialistas asumen que la mayoría de los que “votan” puede arrebatarle los derechos a la “minoría” pero al final si se analiza con detenimiento, esa supuesta mayoría termina imponiendo una tiranía de la verdadera minoría, como dijera el economista Hugo Faría. Es teniendo esto claro que se entiende que un Estado minarquista en el corto plazo es urgentemente necesario para reinstitucionalizar a Venezuela.