La libertad en tiempos de pandemia
El Periódico, Guetemala
Hace un año la crisis del coronavirus llegó a la puerta de nuestros hogares y trastocó nuestras vidas en niveles y formas que no imaginábamos. Viendo hacia atrás, me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones acerca del momento histórico que, para bien o para mal, nos ha tocado vivir.
Esta crisis ha puesto a prueba nuestra inventiva, nuestra resiliencia, nuestra coherencia y, sobre todo, nuestros valores. Las lecciones de esta experiencia disruptiva son múltiples y profundas, y cada una de las lecciones individuales aprendidas marcará indirectamente el rumbo de nuestra sociedad en las próximas décadas. Este tiempo pasará a la historia como la época de la prevención distanciadora, de contactos sociales virtualizados, de crisis económica y de incertidumbre extrema. Para muchas familias el impacto habrá sido profundo e irreparable. Todos, sin excepción, hemos tenido que improvisar nuevas formas de hacer las cosas, desde la conducción de las relaciones sociales hasta la forma de continuar aprendiendo y educando.
Algunos gobernantes usaron la pandemia para imponer sus sueños intervencionistas más salvajes, desde la prohibición a la sanidad privada de tratar pacientes contagiados o realizar pruebas de la COVID-19, hasta los controles de precios o los cierres empresariales forzosos. La mentalidad intervencionista y autoritaria encontró en el virus la excusa perfecta para dirigir la vida de millones de ciudadanos. Y las consecuencias, en forma de desabastecimiento, caos y crisis económica no se hicieron esperar. La globalización se detuvo y todos conocimos de primera mano que impedir la libertad de intercambios a nivel mundial trae consigo empobrecimiento y miseria. Al mismo tiempo, millones de personas decidieron superarse ante la adversidad y dar lo mejor de sí mismos. Son episodios como este los que han marcado los grandes cambios en el devenir de la historia. ¿Qué vamos a hacer? ¿Aceptaremos que nos impongan una única solución desde arriba o exploraremos múltiples opciones entre todos? ¿Delegaremos la búsqueda de la verdad en los supuestos expertos o nos responsabilizaremos personalmente de hacerlo? ¿Permitiremos que nos pastoréen como un rebaño de ovejas o asumiremos cada uno los retos que cada nueva crisis nos presente?
El progreso de la humanidad ha sido posible gracias a personas que desde toda posición se han atrevido a retar el statu quo, las convenciones y lo que era políticamente correcto, para, así, hacer avanzar la libertad y la prosperidad de todos. El futuro de nuestra sociedad está en manos de quienes se atreven a defender la libertad en los momentos en los que es más cuestionada. Aún quedan por superar muchos de los retos que nos ha dejado esta crisis, y necesitaremos nuestra creatividad y empresarialidad para hacerlo. Los meses que vienen por delante nos dan la oportunidad de volver a una normalidad en la que la libertad, y no la coerción, sea la que rija nuestras vidas.
Desde la Universidad Francisco Marroquín seguiremos cultivando el estudio y la discusión de la importancia que la libertad y la responsabilidad individual tienen en el acontecer de la civilización. Esa es nuestra misión. Además, este año lo haremos con mucho entusiasmo y renovada energía en el marco de nuestro cincuenta aniversario. Les invito a celebrar medio siglo de trabajo por la libertad de todos, convencidos de que, como dijo Manuel F. Ayau en su discurso inaugural, “solo las personas responsables pueden crear civilizaciones prósperas y pacíficas, y donde no hay libertad, no florece la responsabilidad”.
Un abrazo, desde la Casa de la Libertad.
El autor es Rector de la Universidad Francisco Marroquín.
- 28 de marzo, 2016
- 23 de julio, 2015
- 5 de noviembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Por Verónica Spross Siglo XXI La carestía de la vida es preocupante porque...
16 de abril, 2008El Nuevo Herald La sacudida se sintió en ambas orillas del Atlántico. La...
29 de mayo, 2016Por Juan David Escobar Valencia El Colombiano Además de su grado en Derecho...
11 de octubre, 2007- 17 de septiembre, 2008