El gran desafío: Desocializar a cuba
Cuba ha sido gobernada por el sistema comunista más tiempo que los países satélites de la URSS en Europa del Este – 60 años a partir de 2020. En dos años cortos y a finales de 1960, se había abolido toda la propiedad privada, lo que ha dado lugar a una absoluta falta de libertad y de respeto a la vida que han constituido las causas predominantes de las calamidades que impregnan todos los estratos de la sociedad cubana actual.
Cuba y sus acontecimientos de los últimos 60 años han sido fuente de legiones de artículos, programas y plataformas políticas en contra de su estructura social marxista, pero en los últimos decadas hemos carecido de una propuesta con un curso de acción significativo para acabar radicalmente con el comunismo en la Isla.
Innumerables organizaciones de disidentes y opositores dentro y fuera de la Isla proclaman una amplia variedad de medidas para lograr la transición o transformación del sistema político y económico de Cuba una vez que el régimen comunista llegue al fin de su hegemonía. Algunas no son suficientemente específicas mientras que otras presentan una avalancha detallada e incomprensible de nuevas regulaciones estatales. Por lo tanto, surge la pregunta: ¿qué pensamiento económico y social constituye "esta transición"?
Es necesario profundizar siempre un poco más en estos términos y determinar si nos transformaremos sólo en una amalgama en la que el Estado seguirá desempeñando un papel predominante u omnipotente en la vida de cada ciudadano.
Debemos admitir que el cambio del totalitarismo a una sociedad de libre mercado es extremadamente exigente y un gran desafío. Es la tarea más formidable que cualquier cubano enfrentará mientras lucha por alcanzar la libertad.
El daño impartido por el Partido Comunista de Cuba (P.C.C.) desde enero de 1959 es mucho más relevante cuando se trata del pensamiento marxista político inculcado en cada ciudadano que la devastación perpetrada de los recursos materiales y el nivel de vida en la Isla.
El mayor desafío que enfrenta cada cubano es lograr el fin del P.C.C. y luego crear un país nuevo donde el individuo sea soberano, se rija por el Estado de Derecho y se reconozca y garantice plenamente la propiedad privada.
Las experiencias de reforma de los países de la ex Unión Soviética de la Europa oriental durante los últimos 30 años han demostrado de manera concluyente que las estrategias de reforma simples y rápidas que aprovechan la oportunidad existente han tenido mejores posibilidades de éxito que los intentos elaborados de crear las instituciones oficiales y privadas necesarias para implementar las nuevas estructuras de mercado.
Es indispensable transmitir al pueblo cubano la certeza de lograr un órgano gubernamental estable, transparente y responsable en materia fiscal que siente las bases de una nueva nación organizada como una República Constitucional. Debemos comprometernos a hacer próspera esta nueva Nación y que cada ciudadano disfrute sin coacciones de un ambiente donde la virtud no sea una debilidad sino una fortaleza y todas las personas expresen sus plenas capacidades económicas e intelectuales dentro de un ambiente de competencia libre para el disfrute de todos por igual.
El término que engloba las difíciles tareas que se emprenderán en Cuba para rescatar la libertad es uno que transmite sentido y claridad de propósitos: DESOCIALIZACIÓN.
Este término es inequívoco ya que permite restaurar y proteger el concepto de propiedad privada y sus atributos haciendo a cada ciudadano dueño de su trabajo y sustento.
Desocializar es restringir las funciones de un Estado reconocido por sus ciudadanos para garantizar la integridad física de la Nación y sus habitantes y para servir de árbitro judicial con igualdad, sin privilegios y con pleno cumplimiento de la responsabilidad fiscal. Es reconocer y salvaguardar los derechos naturales de cada ser humano con carácter imprescriptible e inalienable.
La desocialización es legalizar el actual "mercado negro" para convertirlo en un mercado de intercambio sin control de precios de bienes, productos o servicios y permitir el libre flujo del comercio sin barreras con y desde otros países.
Liberar la economía es preocuparse por la vida humana, ya que la economía es la forma de sustentar la vida. Es una fuente de significado y sustancia que une a los seres humanos entre sí en una red de intercambio voluntario. Toda empresa económica es esencial para sus propietarios, sus empleados y sus clientes.
A cada ciudadano se le debe permitir alcanzar su potencial económico e intelectual sin coerción, mientras que el espíritu empresarial y la competencia son ejercidos libremente por todos para fomentar el crecimiento económico nacional.
La desocialización es la abolición del Banco Central Nacional de Cuba, lo que impide al Estado alterar el poder adquisitivo de la moneda en circulación, perjudicar sus mercados internacionales o restringir la circulación de divisas.
La cuestión de la moneda que se utilizará para recuperar a Cuba de su crónica ineficiencia económica es de suma importancia. Se requerirá adoptar una moneda que mantenga su valor con el debido respaldo reconocido y comercializado en todo el mundo.
El primer requisito de un sistema monetario sólido es jamas permitir alguna interferencia possible por parte de los politicos con respecto a la cantidad o calidad de la moneda del país. Esta meta constituye una de las primeras medidas para evitar la gestación de la corrupción y su tendencia a sofocar el funcionamiento del gobierno provocando frustraciones, resentimientos y grados de desencanto en la población; sentimientos que no contribuyen positivamente al logro y mantenimiento del nuevo orden.
La desocialización consiste en mantener los impuestos del Estado en un mínimo con el único propósito de satisfacer sus necesidades monetarias, cumpliendo al mismo tiempo sus funciones básicas ya señaladas anteriormente.
La desocialización es la transferencia de todas las propiedades del Estado a manos privadas, incluyendo bancos, fábricas, bienes raíces y tierras no incorporadas, sin instituir subsidios o permitir alianzas comerciales de ningún tipo en conspiración con el aparato político de gobierno.
La desocialización implica el fin del adoctrinamiento socialista de nuestros niños y jóvenes estudiantes en todas las instituciones de enseñanza para formar una nueva generación que solidifique los principios de la transformación y sea la base de una nueva República Constitucional bajo el Estado de Derecho en beneficio de las generaciones futuras.
Desocializar es poner en marcha un órgano de gobierno provisional de pequeñas dimensiones que lleve a cabo una administración pública honesta, defina y garantice los derechos de propiedad protegidos por un sistema jurídico eficaz e independiente en presencia de un sector financiero transparente. Su realización requiere poner fin a la gigantesca burocracia estatal mediante la eliminación de la maquinaria administrativa y represiva que todo sistema socialista requiere para gobernar, intimidar, coaccionar y regular todos los aspectos económicos y sociales de la vida nacional.
Si queremos deshacernos del socialismo, debemos saber bien lo que queremos, por qué lo queremos y estar plenamente conscientes de los métodos para implementar la desocialización – si realmente tenemos serias convicciones de tal esfuerzo.
Lo más importante es decidir de qué estamos a favor o en contra desde el principio. Los días de vacilación y ambivalencia deben llegar a su fin. Los días de preocupación por sentimientos y emociones banales deben ser dejados atrás.
¿Es posible abordar todas las cuestiones y aspectos que son importantes en una transición tan multifacética? ¡No!
¿Alguien tiene respuestas certeras a todas las posibles situaciones que se presentarán durante cualquier transición? ¡No!
¿Habrá errores y aplicación de medidas impopulares? ¡Sí!
Estas ideas y propuestas intentan desafiar el intelecto de todos aquellos que aún persiguen el fin del comunismo en la Isla y animarlos a apoyar las ideas que sustentan nuestros sueños.
Es hora de que logremos por nosotros mismos un cambio completo en el destino de Cuba. Debemos luchar siempre contra el regimen comunista existente a todos los niveles, aunque a veces nos sintamos abrumados y decepcionados. No importa quién no nos escuche o no nos ayude.
Debemos tener un plan que tiene como objetivo claro y primordial la libertad, y que de manera integral y total barramos el socialismo de nuestra tierra con firmeza y sin titubeos en todas sus formas y esta vez, de manera permanente.
- 23 de enero, 2009
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