A pesar del bloqueo de una corte europea, el Reino Unido insiste en expulsar inmigrantes a Ruanda
Los aspirantes al asilo, que habían llegado de manera ilegal al Reino Unido, no tomaron el avión a Ruanda en Gran Bretaña. La corte europea de Derechos Humanos, que nada tiene que ver con la Unión Europea pero depende del Consejo de Europa, impidió el viaje desde su sede de Estrasburgo y dejó al gobierno británico atónito.
Los migrantes no podrán viajar a Kigali hasta que el alto tribunal no se expida en julio sobre la legalidad humanitaria de ese viaje, para procesar a los asilados, a 17.000 kilómetros del lugar donde han buscado refugiado. Tienen el derecho a rechazarlos y dejarlos en un limbo legal sin poder regresar a su país de origen.
Gran Bretaña se fue de la UE pero no de la Convención de Derechos Humanos, tras el Brexit. Es uno de los 48 consejos de estado europeos que ratificó la Convención.
Para desalentar la llegada de migrantes de manera ilegal al reino, Londres anunció en abril un acuerdo con Ruanda para acoger a estos migrantes y solicitantes de asilo a cambio de 157 millones de dólares. Un primer avión con indocumentados debía partir el martes a la noche, pero fue frenado por el tribunal europeo.
Retirarse del tribunal y la convención
Los parlamentarios conservadores británicos pidieron a Gran Bretaña que se retirara del Tribunal Europeo de Derechos Humanos después de que bloqueó el martes el vuelo inaugural de deportación a Ruanda.
Una decisión del tribunal de Estrasburgo de otorgar medidas cautelares contra la expulsión de los inmigrantes, incluidos un iraquí, un iraní, un vietnamita y un albanés, detuvo el vuelo, solo 30 minutos antes de la hora prevista de salida.
El avión fletado de forma privada, un Boeing 767 español, debía salir de la base militar de Boscombe Down, en Wiltshire, a las 22:30 horas del martes. Al menos cuatro de los inmigrantes fueron conducidos al aeródromo ese mismo día. Luego los llevaron nuevamente a su lugar de detención, después de las 10 y media de la noche.
Una ministra furiosa
Furiosa, Priti Patel, la ministra del Interior británica, denunció la intervención del tribunal de Estrasburgo. Dijo que le resultaba "muy sorprendente" que hubiera contradicho las sentencias de los tribunales británicos en los últimos días.
“Muchos de los retirados de este vuelo serán colocados en el próximo”, desafió. Cada vuelo costará casi medio millón de libras esterlinas por las esperas y 12.000 libras por cada aspirante al asilo en Ruanda, que Gran Bretaña pagará.
El martes, Boris Johnson insinuó que el Reino Unido abandonaría la Convención Europea de Derechos Humanos, que es la base de las decisiones de la corte.
“¿Será necesario cambiar algunas leyes para ayudarnos a medida que avanzamos? Es muy posible que lo sea y todas estas opciones están bajo revisión constante”, explicó.
Irse de la Corte
Los conservadores, incluidos los asesores del gobierno, reaccionaron con enojo ante la decisión del tribunal. En un grupo de WhatsApp para parlamentarios, Tom Hunt, parlamentario de Ipswich y presidente del comité de política de “backbenchers” sobre asuntos internos, dijo: "Es hora de dejar la convención europea de derechos humanos ".
James Sunderland, el diputado de Bracknell y asistente ministerial de George Eustice, el secretario de medioambiente, dijo: “¿Esperábamos menos? Es indignante que el Reino Unido todavía esté en deuda con el CEDH como nación soberana”.
Danny Kruger, ex secretario político de Johnson y ahora secretario privado parlamentario de Michael Gove, dijo a sus colegas: “Era el tribunal de Estrasburgo, no un tribunal del Reino Unido o HMG. La definición de Estrasburgo del derecho a la vida familiar se amplía ahora absurdamente para incluir este tipo de cosas”.
“En última instancia, tenemos que abandonar la corte europea de derechos humanos o renegociar para volver al concepto limitado original de los derechos humanos, redactado por los abogados británicos conservadores en los años 50, para dar a la Europa posnazi los mismos derechos y libertades que disfrutó el Reino Unido durante siglos”, dijo.
La reacción de los diputados
Brendan Clarke-Smith, parlamentario de Bassetlaw y asistente en la Oficina del Gabinete, dijo: “Esto es efectivamente una guerra ahora”.
Alex Stafford, parlamentario de Rother Valley y asistente del Ministerio de Defensa, agregó: “¡Esto es un desastre!”.
Jonathan Gullis, parlamentario de Stoke-on-Trent North y secretario privado parlamentario de Brandon Lewis, el secretario de Irlanda del Norte, dijo a sus electores en Facebook: “Está claro que el Tribunal europeo de derechos humanos impidió la salida del vuelo, después de que los esfuerzos en los tribunales del Reino Unido estaban agotados. El CEDH no tiene cabida en el sistema judicial del Reino Unido. ¡El gobierno necesita liberarse de eso por completo!”.
Pero en la mañana de este miércoles, Thérèse Coffey, la secretaria de trabajo y pensiones, restó importancia a la idea de que el Reino Unido podría abandonar la corte, que interpreta la Convención Europea de Derechos Humanos, un tratado en el que Gran Bretaña desempeñó un papel clave en la creación en 1950. La convención fue consagrada en Reino Unido por la Ley de Derechos Humanos de 1998.
Guy Opperman, el ministro de pensiones, tuvo un mensaje similar : “No, no creo que sea nuestra política, ni es algo que yo estaría defendiendo”.
“El TEDH básicamente ha dicho que debe haber más tiempo para considerar las solicitudes involucradas y que los tribunales del Reino Unido deberían hacerlo… Sigo creyendo que los tribunales del Reino Unido tienen primacía”, sostuvo.
Algunos de los conservadores admitidos en 2019 expresaron su frustración con el gobierno en lugar de con los jueces de Estrasburgo.
Paul Holmes, el parlamentario de Eastleigh, escribió en WhatsApp: “Me temo que, después de todo el bombo publicitario, ahora sufrimos la ira y las acusaciones de incompetencia de la base conservadora, a menos que nos manifestemos con firmeza y seamos proactivos”.
Marco Longhi, el parlamentario de Dudley North, dijo: “Siempre fue un riesgo con ECHR en su lugar. Ahora, parecemos incompetentes”.
Yvette Cooper, la ministra del Interior laborista en la sombra, dijo: “No tiene sentido que el gobierno culpe a nadie más que a sí mismo. Han seguido adelante con una política que sabían que funcionaba”.
La ministra Priti Patel presentará un informe a la Cámara de los Comunes sobre la resolución de la Corte Europea de Derechos Humanos.
El príncipe Carlos y la iglesia anglicana, encabezada por el arzobispo de Canterbury y 23 obispos, consideraron la medida “espantosa” y “ inhumana”.
El tribunal de derechos humanos de Estrasburgo los escuchó, en el último minuto y frenó el vuelo. La apelación ganada por un iraquí se aplicó a todos los 7 pasajeros que estaban en el vuelo.
Otros 400 aspirantes al asilo cruzaron en sus pequeños barquitos entre el martes y el miércoles desde Francia a Gran Bretaña.
La autora es corresponsal en París.
- 28 de diciembre, 2009
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