La luna de miel de López Obrador con Cuba

El Instituto Independiente

El presidente de México, López Obrador, confirió recientemente a su homólogo cubano, Díaz-Canel, la más alta condecoración que su país otorga a extranjeros: la Orden Mexicana del Águila Azteca. No fue un gesto diplomático habitual, sino toda una manifestación de apoyo ideológico, político e incluso geopolítico.

AMLO (el presidente mexicano es ampliamente conocido por sus siglas) elogió a la revolución cubana y a Fidel Castro por "definir por más de 60 años con la voluntad y el respaldo de un pueblo indomable la frontera que siempre debe existir entre la soberanía y el afán de dominio hegemónico”. Calificó al actual dictador cubano de "huésped distinguido, fraterno y admirado" y anunció que México liderará un esfuerzo internacional para poner fin al embargo comercial de los Estados Unidos contra la isla y a las críticas dirigidas al régimen por los aliados de Washington.

No contento con ello, el líder de la segunda economía latinoamericana anunció que renovará el convenio por el que su gobierno paga a Cuba el envío de médicos en misiones sanitarias a unos doce estados mexicanos.

Ni una palabra sobre el hecho de que Cuba ha sido una dictadura desde hace sesenta y cuatro años, que mantiene encarcelados a más de mil presos políticos y que sus tiránicas autoridades aprovecharon las manifestaciones espontáneas que sacudieron la isla a mediados de 2021 para aprobar algunas de las leyes represivas más draconianas de la historia del país. Y ni hablar de la cruel explotación que hace Cuba de los profesionales de la salud que envía cada año en misiones médicas a distintos países, entre ellos México, a cambio de divisas fuertes. Según testimonios de médicos que han desertado, Cuba paga a estos profesionales de la salud entre el cinco y el diez por ciento del dinero que recibe de los países que acogen las misiones y se queda con el resto.

Prisoners Defenders, una organización con sede en Madrid, y Outreach Aid, un grupo con asiento en Miami, han investigado en profundidad lo que denominan un acuerdo "similar a la esclavitud" y concluyeron que La Habana obtiene más de 8.000 millones de dólares (billones en inglés) anuales de los diversos países, la mayoría de ellos aliados políticos, con los que ha llegado a acuerdos de esta naturaleza.

Los contribuyentes mexicanos probablemente no sean conscientes de que su gobierno está utilizando su dinero para sostener un sistema que viola todas las convenciones de derechos humanos existentes y al que muchos médicos con conocimiento interno de cómo funciona lo han denunciado como un tráfico de seres humanos.

Personas razonables piensan que es hora de acabar con el embargo comercial a Cuba, mientras que otras consideran que no debería hacerse unilateralmente, pero es una mentira descarada sostener, como ha hecho López Obrador, que Washington impide a otros países comerciar con la isla o el envío de alimentos y medicinas (culpó a los EE UU del efecto devastador de la pandemia en el pueblo cubano). De hecho, los alimentos y las medicinas están exentos del embargo, motivo por el cual a lo largo de los años han sido enviados a Cuba productos agrícolas y médicos por valor de miles de millones de dólares (billones en ingles).

La mayor parte de la izquierda intelectual y política de América Latina sigue romantizando al régimen cubano por razones puramente cínicas: para irritar a Washington, para mantener contentas a las bases politicas internas de línea dura y para justificar sus propias medidas autoritarias (López Obrador está actualmente ocupado intentando hacerse con el control del organismo electoral, así como de otras instituciones independientes de su país).

México ha tomado la delantera en el esfuerzo por legitimar el régimen totalitario que asfixia a once millones de cubanos, pero no está en absoluto solo. Por ejemplo, Colombia, Argentina, Venezuela y Bolivia hacen rutinariamente lo mismo, enviando a la región donde la democracia liberal atraviesa un período muy difícil, el peor tipo de mensaje.

Traducido por Gabriel Gasave

El original en inglés puede verse aquí

Álvaro Vargas Llosa es Académico Asociado Senior del Centro Para la Prosperidad Global del Independent Institute. Sus libros del Independent incluyen Global Crossings, Liberty for Latin America y  The Che Guevara Myth

@AlvaroVargasLl