La miseria del socialismo, ¿Casualidad o causalidad?
República, Guatemala
Donde quiera que se ha implementado socialismo, el resultado siempre ha sido el empobrecimiento del pueblo. La Unión Soviética y su bloque quebró. Cuba, otrora la más avanzada de Hispanoamérica, hoy está en la miseria más lamentable. Venezuela, que era el país más rico de Hispanoamérica hace 25 años, el más industrializado, hoy se compone de un pueblo indigente. Argentina que fue una de las economías más fuertes del mundo, hoy es un país endeudado y en la penuria. El patrón siempre es el mismo. Los socialistas, llámense progresistas o socialdemócratas, con la promesa de combatir la corrupción y el ofrecimiento de crear el paraíso económico, llegan al poder y cual sanguijuelas les sacan a los ciudadanos su riqueza.
Casualidad dicen los progres. Es que eso no ha sido verdadero socialismo insisten. No lo supieron implementar nos aseguran. ¡Pero nosotros sí que sabemos cómo hacerlo!
Son tan fatalmente arrogantes que creen saber mejor que los ciudadanos como debe cada uno vivir su vida. Y se consideran tan moralmente superiores a todos, que están convencidos de tener el derecho de forzar sus convicciones a los demás, para que vivan según el ideal socialista. El hombre actual, nos aseveran, es imperfecto, es egoísta, sólo le interesa su propio bienestar. Ellos en su infinita sabiduría crearán al hombre del mañana. Un nuevo hombre. Un perfecto altruista. El ideal del edén socialista. La realidad no les gusta, quieren sustituirla por la utopía comunista. Esa que han estado tratando de establecer desde tiempos de Marx.
La realidad no les gusta. Por eso en lugar de tratar de identificar lo que son las cosas, prefieren inventar una fantasía ideal en donde si alguien quieres ser mujer siendo hombre, basta con que lo desee y como por arte de magia todos los demás debemos conceder qué es mujer.
La realidad no les gusta. Por eso en lugar de condenar a un pedófilo, quieren convencernos de que es lo más normal del mundo abusar de los niños y debemos aceptrlo en ese mundo de fantasía que gustan imaginar.
La realidad no les gusta. Les molesta que los individuos valoren según sus intereses creando así un sistema de remuneraciones que reflejan las preferencias de cada uno. En su mundo de fantasía ideal todos deberán ser iguales y por tanto recibir equitativas retribuciones según lo decrete el estado. Son los gobernantes los que deben valorar, son ellos quienes deben establecer la jerarquía de importancia, pues al fin y al cabo ellos son los que mejor saben cómo debemos vivir nuestra vida. Para lograr la tan ansiada equidad hay que destruir ese concepto burgués de igualdad ante la ley. La ley debiera según ellos, favorecer a los más desfavorecidos. La meta no es la justicia para todos, sino que la equidad y para lograrlo se han inventado otra fantasía: la justicia social, esa excusa para violar el derecho de propiedad, para quitarte lo tuyo con el propósito de dárselo a sus allegados.
Uno puede ir en contra de la realidad, pero no puede escapar a las consecuencias de sus acciones. Un hombre sigue siendo un hombre, aunque se disfrace y aunque crea o quiera ser mujer. Si la sociedad juega el juego de la fantasía de este desequilibrado mental, las consecuencias no se harán esperar. Habrá mujeres que serán lesionadas compitiendo en deportes en contra de estos hombres que fingen ser féminas. Habrá jovencitas que serán violadas en los vestidores a dónde ahora se le permite entrar a estos degenerados. Habrá niños que serán expuestos a aberrantes prácticas sexuales por estos travestis.
Uno puede falsear la realidad, pero uno no puede escapar a las consecuencias de sus acciones. La realidad nos muestra un crecimiento económico anual en Guatemala de un 4 a 8% del producto interno bruto, pero los socialistas del Grupo Semilla quieren vendernos la fantasía de que con ellos el crecimiento será de un 40% del producto interno bruto. Pretenden aumentar el límite de deuda al 70% del PIB – el que ellos falsean aumentándolo hasta el 40% – cuando la realidad es que actualmente tenemos un 26% de deuda, lo que ya es bastante. ¿Qué sucedería, si ganando Q.6,000 mensuales, o sea, Q.72,000 al año adquieres una deuda del 26% de tu ingreso anual? Tendrías una deuda de Q. 18,720, la que podrías amortizar fácilmente con una cuota de Q.1,700 mensuales. Tendrías que apretarte el cinto, pero aún podrías manejártelas con los Q.4,300 restantes. Pero si falseas tus ingresos y pretendes que serán Q360,00 anuales (cinco veces más que la realidad como pretenden los socialistas de Semilla), y te endeudas con el 26% de tu ficticio ingreso anual, o sea, por Q.93,600, tendrás que amortizar mensualmente Q.14,000. ¿De dónde van a salir esos Q.14,000 si sólo ganas Q.6,000? ¿Si trabajas sólo para pagar tu deuda, aún te faltaran Q.8,000 mensuales? Esa es la receta para hundirte en la miseria.
Si quieres una sociedad con los valores progres, dónde el desequilibrio mental es la norma, la pedofilia es promovida, la propiedad privada no es respetada, y los gobernantes pretenden gastar mucho más de lo que los gobernados pueden producir hundiendo al país en la miseria, entonces vota por Semilla. Pero cuando se den las consecuencias de tu elección, no alegues que las condiciones fueron producto de la casualidad. La destrucción de la sociedad, la eliminación de la cooperación social, y la degeneración de los ciudadanos son la consecuencia de la acción de implementar los valores progres o socialistas.
No, no es casualidad que bajo el socialismo las sociedades se destruyan. Es causalidad pura. Es el efecto de imponer tan descabellado régimen.
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