Lo que muchos críticos del trabajo infantil soslayan
Por Gavin Hanson
Catalyst – El Instituto Independiente
Mars, la empresa de golosinas, está recibiendo críticas por su empleo de mano de obra infantil. Estas críticas salen a la luz en virtud de un informe especial elaborado por CBS News que revela que muchos niños, algunos de tan sólo cinco años, trabajan en las plantaciones de Ghana que suministran cacao a la empresa de golosinas.
Esta no es la primera vez que Mars, Inc. ha hecho frente a diatribas por el uso de mano de obra infantil. En agosto, International Rights Advocates demandó a la administración Biden para que bloquease la importación de cacao que utiliza mano de obra infantil como insumo. Los destinatarios de esta propuesta de prohibición de las importaciones habrían sido Hershey, Mars, Nestlé y Cargill.
Mars ha venido intentado reducir el trabajo infantil durante más de dos décadas. Sin embargo, debido a una supervisión ineficaz de los campos de cacao -o a una falta de voluntad para supervisarlos- han sido incapaces de erradicar la práctica por completo, tal como lo comprueba este informe.
Todo este episodio debería demostrar hasta qué punto el analfabetismo económico se ha infiltrado en las mentes de los medios de comunicación occidentales y de la población en general. La gente cree honestamente que prohibir el trabajo infantil mejorará el bienestar de los niños. Cualquiera que haya discutido con alguien sobre el libre mercado en algún momento se topará sin dudas con el argumento del trabajo infantil. «¡Sin regulación, el trabajo infantil estaría en todas partes!». Este argumento, sin embargo, adolece de un problema importante: asume que el trabajo infantil es lo peor que les puede pasar a los niños.
El trabajo infantil no es por cierto un espectáculo digno de contemplar. El pequeño Juanito sudando la gota gorda en una planta siderúrgica no es lo que los padres desean para sus hijos. Pero antes de emitir un juicio sobre esta práctica, debemos considerar cuál es la alternativa.
Al examinar el trabajo infantil, debemos tener en cuenta que el trabajo infantil es una opción entre un conjunto de opciones a las que se enfrenta el niño. ¿Qué ocurre cuando se prohíbe el trabajo infantil? Los niños recurrirán a su siguiente mejor opción. En los países que permiten el trabajo infantil, la siguiente mejor opción suele ser la hambruna, la pobreza o la prostitución.
Benjamin Powell señala en este artículo:
Los niños trabajan porque sus familias son desesperadamente pobres, y el más misero aporte a los ingresos familiares con el que puedan contribuir es a menudo necesario para sobrevivir. Prohibir el trabajo infantil mediante reglamentaciones comerciales o prohibiciones gubernamentales a menudo simplemente obliga a los niños a buscar alternativas menos deseables. Cuando los activistas estadounidenses empezaron a presionar a Bangladesh para que eliminase el trabajo infantil, los resultados fueron desastrosos.
Powell cita a Paul Krugman sobre los desastrosos efectos de una propuesta de ley sobre el trabajo infantil que habría prohibido las exportaciones de países que emplearan mano de obra infantil. Krugman afirma:
El resultado directo fue que las fábricas textiles de Bangladesh dejaron de emplear niños. Pero, ¿retornaron los niños a la escuela? ¿Regresaron a hogares felices? No según Oxfam, que descubrió que los niños trabajadores desplazados acabaron en trabajos aún peores, o en la calle, y que un número significativo se vio obligado a prostituirse.
Powell también destaca que el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos estimó que muchos de los niños volvieron a trabajar en fábricas situadas en regiones donde el monitoreo era más dificultoso. Esencialmente, esta prohibición fue ineficaz o desastrosa para los niños.
«Pero ¿qué pasa con aquellos que realizan trabajos forzados?». En el debate sobre el trabajo infantil, muchos entremezclan al trabajo infantil con el trabajo esclavo. Los conservadores hacen lo mismo cuando hablan del tráfico sexual y la prostitución. La verdad es que ambos difieren, y fusionarlos es confundir el debate. La servidumbre involuntaria y la voluntaria existen en todas las sociedades. A veces puede resultar difícil diferenciarlas debido a una inadecuada recopilación de datos, pero no todo el trabajo infantil es trabajo esclavo.
Teniendo esto en cuenta, ¿prohibir el trabajo infantil no sería beneficioso para el niño en los casos de trabajo esclavo? Esto es dudoso.
Consideremos a los propietarios de esclavos. Uno no debe preguntarse en qué se convertirá el niño, sino en qué va a convertir al niño el dueño del esclavo. En el caso del trabajo esclavo, el propietario está eligiendo entre varios usos alternativos para el esclavo, y si uno le prohíbe una forma de trabajo, entonces el propietario dirigirá a sus esclavos fuera de ese tipo de trabajo hacia otros. Prohibir todas las formas de trabajo infantil provocará que los propietarios de esclavos dirijan a los niños hacia industrias ilegales a fin de evitar ser detectados por las autoridades. Dada la prevalencia de la violencia en los mercados negros, es probable que estos esclavos estén expuestos a más violencia que antes. De nuevo, en el caso mencionado anteriormente de los niños de Bangladesh, la prostitución podría muy bien ser la siguiente mejor alternativa que los propietarios de esclavos elijan para sus esclavos.
En última instancia, cuando se reglamentan estas acciones, los legisladores no están eligiendo entre niños esclavizados y niños liberados, sino entre niños esclavizados en industrias legales (por ejemplo, las plantaciones de cacao) y niños esclavizados en industrias ilegales (por ejemplo, la prostitución). Tal vez tu conciencia se ensucie si adquieres los productos fabricados a partir de la esclavitud o el trabajo infantil, pero aprobar una prohibición universal de la importación de estos productos sólo augurará un desastre para los niños involucrados.
Apliquemos esto al caso de la utilización de mano de obra infantil en Ghana por parte de Mars.
En el informe de la CBS, se menciona que los niños entrevistados anhelan ir a la escuela. Por desgracia, la escasez les hará frente independientemente de sus deseos. Hay que tener en cuenta que muchos de los niños que van a la escuela a costa de Mars cosechan cacao antes o después de la escuela. Obligar o chantajear a Mars para que ponga fin al trabajo infantil provocará la expulsión masiva de niños de los campos y su incorporación a trabajos menos deseables, como la prostitución, que no es un problema menor en Ghana. Tal vez incluso mueran de hambre.
El informe de la CBS no supone que los niños sean esclavos. De hecho, parece que trabajan en los sembradíos como un esfuerzo para ayudar a sus familias. Privarles de esta fuente de ingresos, por escasos que esos ingresos parezcan, sólo perjudicará a estos niños y a sus familias.
La conclusión es que obligar a Mars a dejar de emplear mano de obra infantil o prohibir por completo el trabajo infantil tendrá un efecto desastroso en el bienestar de los niños. Las agrupaciones de derechos humanos deben conocer este dato. Desafortunadamente, los grupos de derechos humanos parecen estar meramente satisfechos con conseguir que se aprueben leyes en lugar de mejorar realmente las condiciones de vida de los niños. Pero seguramente esto último es más importante que las palabras huecas de los políticos.
Traducido por Gabriel Gasave
Gavin Hanson es Editor en Jefe de Catalyst. Ha sido Jefe de Edición de The Libertarian Republic, cofundador de una start-up de SEO y ha publicado en el Washington Examiner, The Daily Caller, la Foundation for Economic Education, Lone Conservative y, por supuesto, The Libertarian Republic. Posee experiencia en aumentar el número de lectores y en llegar a grupos demográficos más jóvenes con ideas poderosas. Gavin es licenciado en Historia de la University of Iowa.
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