El Estado y el libre mercado en los ‘milagros económicos’
La expresión “milagro económico” se ha definido por la ciencia económica, como aquel escenario en el cual el desarrollo económico de un país determinado experimenta altísimas y sostenidas tasas de crecimiento económico por un tiempo prolongado, en términos de su producto interno bruto (PIB). Permitiéndole esto, una nación experimentar en pocos años un elevado progreso socioeconómico. Pasa de un nivel de bajo desarrollo a uno elevado de avance material y humano.
Valdría la pena hacer una breve mención del significado conceptual del término milagro el cual antecede como adjetivo calificativo en este caso, al de económico, con un fin netamente, aclarativo. Pues a pesar de la ya referenciada explicación antes expuesta en el parágrafo precedente, cabe destacar que, en el imaginario sociocultural de las sociedades a lo largo de la historia de la humanidad la palabra milagro ha tenido una connotación de origen divino. Según la Real Academia Española (RAE) el vocablo ‘milagro’ se define como un “hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino”.
Las implicaciones para los efectos del presente artículo de esta definición son a título ilustrativo y aclarativo, pues en el consiguiente análisis haremos referencia a coyunturas económicas, estructuras económicas y a políticas económicas, con la distinción y definición de las mismas. Así como la incidencia que estos términos han tenido en el éxito o fracaso de lo que se concibe por milagro económico en la práctica, pues ninguno de los que se han definido como milagro económico es explicado o producido por hechos sobre naturales, sino por políticas económicas a veces a acompañadas de coyunturas económicas favorables o desfavorables a las mismas.
Referentes de milagros económicos en la historia mundial moderna y contemporánea
Lo que hoy en día se entiende por “milagro” económico no es nada nuevo en la historia moderna y contemporánea de la humanidad. Pues a pesar de que el término se utilizó originariamente en el año 1950 por la revista inglesa The times, para referirse a la espectacular recuperación económica que vivió Alemania en 1950, etiquetándolo como «el milagro alemán» existieron casos precedentes en la historia moderna. Entre ellos podemos mencionar el milagro neerlandés, que es el primer milagro económico registrado en la historia del mundo moderno. El cual duró desde el año 1602 hasta el año 1673, siendo el crecimiento económico registrado más extenso a lo largo de la historia.
Durante este lapso histórico los Países Bajos controlaron a través del Banco de Ámsterdam y las compañías de las Indias casi la totalidad del manejo de la industria mercantil y financiera en todo occidente, lo que les permitió crear unos entornos de rápido crecimiento económico para los mismos.
Otros casos y tal vez los más pertinentes e ilustrativos a ser señalados para los efectos del presente ensayo son los milagros económicos de: China, Costa Rica, el milagro chileno, etiquetado así por Milton Friedman, Premio Novel de Economía (1976), el de Japón, los milagros de los denominados Tigres Asiáticos”: (Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur Corea), el de Dubái, y el irlandés, entre algunos casos que han sido señalados como milagros económicos en la historia mundial reciente.
Coyuntura y estructura económica
Es importante para los efectos de entender la sustentabilidad y viabilidad de lo que se ha entendido como milagro económico, el manejo conceptual y distintivo de los siguientes conceptos: coyuntura económica, estructuras económicas y el de políticas económicas.
La coyuntura económica se ha definido, en sentido general, como la situación económica de una economía determinada en un momento concreto. En síntesis, es el contexto que atraviesa la economía de una nación, una empresa o un sector económico específico en un momento determinado, además de las expectativas futuras que los actores económicos tienen respecto a la situación económica en cuestión en un momento determinado.
El desempeño tanto en sentido positivo como negativo de las coyunturas económicas han estado supeditados al rol circunstancial de los agentes socioeconómicos que operan en los mercados y en la economía de un país determinado, así como de los factores económicos eventuales que inciden en gran medida en una economía, como la oferta, la demanda, los tipos de interés, la tasa de empleo, entre otras variables económicas y financieras.
La estructura económica se ha definido conceptualmente como el estudio de las conexiones entre los sectores que componen una economía. Fundamentándose básicamente en el análisis de las interacciones que se dan entre los sectores primario (agricultura), secundario (manufactura) y terciario (servicios) de una economía.
Política económica
De igual forma, el análisis estructural económico de un país nos permite comprender cómo se desempeñan las partes de una economía de una nación determinada; sus niveles de competitividad respecto a sus contrapartes globales, las composiciones de sus principales mercados en términos de su conformación, sean estos de competencia perfecta, oligopólicos o monopólicos, así como todos aquellos elementos que pueden influir en las relaciones que se producen en una economía. En este sentido, cabría destacar factores, como la demografía, el entorno físico, nivel educativo y competitividad de su mano de obra, así como los propios marcos institucionales e ideológicos sobre los que opera una determinada economía, y por ende el nivel de intervención y regulación estatal sobre la misma.
En lo concerniente a lo que se entiende como política económica, la misma se ha definido como el instrumento a través del cual se manejan y modifican tanto la coyuntura como la estructura económica de una nación. Esto se articula por medio de la respectiva acción gubernamental, como de las elites políticas, económicas y demás grupos de presión gobernantes en un país determinado dentro del marco de sus respectivas competencias.
Las políticas de intervención estatal y el libre mercado en la sustentabilidad de los milagros económicos
Mucho se ha debatido tanto en el ámbito académico, como en el político, sobre cuáles han sido las políticas económicas determinantes en el éxito de los milagros económicos en los últimos 75 años: las de libre mercado o las de intervención estatal.
En algunos milagros económicos, es posible encontrar, por un lado y en diferente grado, políticas calificadas generalmente de “libre mercado”, como lo son: la protección de los derechos de propiedad, las bajas tasas impositivas, la desregulación de los mercados, la privatización, la apertura comercial al exterior y a la inversión extranjera directa, y reformas educativas entre otras medidas. Y por el otro, se puede observar en varios de los países que han experimentado un milagro económico, como los gobiernos han tenido una intervención estatal significativa en la mecánica del desarrollo y sustentabilidad inicial de estos, mediante el otorgamiento de subsidio a industrias específicas, y el apoyo a la consolidación de conglomerados empresariales, cuyas intervenciones continúan siendo materia de debate.
El milagro alemán
Para los efectos del este debate valdría la pena mencionar cuales fueron los principales impulsores del ya mencionado milagro alemán. Siendo este, principalmente el resultado del programa del Plan Marshall, por un lado, el cual consistió en una ayuda internacional proveniente de los EEUU hacia Europa occidental.
Sin embargo, otros países europeos habían recibido dicha asistencia, y no alcanzaron a experimentar un milagro similar al alemán. Lo que indica que el milagro germano, tuvo como principal nota distintiva la ejecución de políticas económicas de libre mercado, implementadas por Ludwig Erhard, el entonces ministro de Economía de la Alemania occidental durante el gobierno del Canciller germano Konrad Adenauer.
El milagro chileno
Otro referente histórico que sería pertinente mencionar, es el caso chileno catalogado como un “milagro del libre mercado” por el antes mencionado y laureado premio Novel de Economía Milton Friedman. No obstante, el caso chileno no ha escapado de la presente discusión, pues según Amir Lebdioui “Chile no fue el resultado de las políticas de libre mercado, sino de intervenciones gubernamentales cuidadosamente diseñadas».
La puesta en discusión sobre la concepción de Chile como un “milagro del libre mercado”, planteada por primera vez por Milton Friedman, es según el citado autor, “uno de los mitos más duraderos de la historia reciente del desarrollo económico”. Amir Lebdioui, 10 October 2019, Chile’s Export Diversification since 1960: A Free Market Miracle or
Mirage?, Development and Change, Volume 50, Issue 6 November 2019 Pages 1624-1663.
No podemos, dejar de reconocer que la evidencia empírica presentada por el citado autor en su mencionado trabajo, en la cual él expone como el Estado chileno tuvo una fuerte presencia en el desarrollo de ciertos sectores de exportación como el salmonífero, el forestal, y frutícola, no se sustentó únicamente en factores determinados por la dinámica natural del libre mercado. Contribuyeron la acumulación de capital humano, el control de calidad de las exportaciones, las mejoras tecnológicas, y los incentivos financieros; es decir, a través, de intervenciones por parte del Estado chileno.
No obstante, a estas argumentaciones, no hay que dejar de reconocer que las políticas de intervención llevadas a cabo por el estado chileno para el desarrollo exitoso de sus nuevos sectores de exportación en el marco de su milagro económico, siempre tuvieron como fundamento básico ciertos principios del libre mercado como guía para el desarrollo y mejora de la competitividad de los mismos, frente a los mercados internacionales.
El milagro económico japonés
El milagro japonés experimentado durante el periodo de 1945-1973 fue el producto de multiplicidad de factores tanto internos como externos al mismo, a pesar del estado desastroso en el cual quedo la economía nipona al final de la Segunda Guerra Mundial.
En lo que respecta a los factores exógenos, Japón disfrutó de un contexto internacional favorable gracias al acuerdo de Bretón Woods. Éstos hicieron que aumentase sus negocios internacionales, aprovechando la oportunidad que dicho acuerdo le ofreció a la nación nipona para acceder a los mercados internacionales. De igual forma es relevante señalar que gracias al inicio de la guerra fría, Estados Unidos busco que Japón fuese la gran fábrica de Asia. Se abrió a las exportaciones industriales japonesas, y amplió así los mercados internacionales para Japón.
Factores económicos y culturales
Pero los factores endógenos fueron mucho más cruciales. Lograron marcar el modelo del milagro japonés. Éste se determinó por cuatro elementos. 1) el rol protagónico de los grandes conglomerados empresariales de carácter multisectorial dentro de un esquema de competencia imperfecta pero enfocado a los mercados mundiales. 2) La duplicidad en la estructura empresarial y los mercados laborales. 3) La unificación organizativa de la mano de obra que trabaja para tales conglomerados. Y 4) el rol de un Estado intervencionista en la búsqueda de externalidades que proporcionar a la actividad privada. Es relevante destacar que el objetivo de la intervención del Estado nipón no era el de reemplazar al mercado, ni de regularlo para entorpecer la actividad privada, sino acelerar la transformación económica y competitividad del sector privado nipón a mediano plazo de cara a conquistar los mercados internacionales.
Es importante señalar el elemento cultural de carácter endógeno que jugó en este proceso la antigua tradición de ahorro de la sociedad japonesa. Lo que le permitió al sector privado japonés contar con una fuente barata y abundantes de capitales para invertir en sus proyectos de expansión y consolidación industrial, convirtiéndose esto en una ventaja competitiva subyacente para la economía nipona.
El milagro de los dragones asiáticos
En el continente asiáticos aparte de Japón, luego de la segunda guerra mundial algunos países y territorios crecieron económicamente de una manera acelerada, como lo fueron los casos de los dragones asiáticos (Taiwán, Singapur, Hong Kong, y Corea del Sur).
Los factores endógenos que permitieron el desarrollo de estos milagros económicos en estos países y territorios, obedecieron a políticas similares a las de Japón ha hecho. Con respecto al comercio. se impusieron estrategias de sustitución de importaciones, la promoción de las exportaciones para introducir productos en mercados extranjeros, e incentivos a industrias básicas y tecnológicas, entre otras medidas. También se produjo una regulación corporativista del mercado laboral encaminada a contener los niveles salariales, con objeto de mantener la competitividad de las exportaciones industriales. Todas estas políticas tuvieron una intervención estatal al igual que en el milagro japonés, no obstante, nunca tuvo como fin sustituir al mercado ni ejercer un control ineficiente sobre el sector privado de estos países.
En lo que respecta al contexto internacional del milagro de los dragones asiáticos, en la década de 1980, este les permitió estar en una situación impensable, para aprovechar no sólo una coyuntura favorable de los mercados internacionales, sino para convertirse en los principales inversores extranjeros de sus países vecinos (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia, y Brunéi) y consolidar así una red internacional de sus cadenas de producción industrial.
Conclusiones
Por un lado, no podemos encontrar en el presente debate una validación generalmente aceptada sobre la relación causa efecto referente a la mayor preponderancia que tuvieron las políticas pro libre mercado, o las de intervenciones gubernamentales en el éxito de los milagros económicos arriba mencionados. Y por el otro, la dificultad para elaborar una interpretación general de los milagros económicos tomando en cuenta los entornos y ciertos elementos institucionales y culturales subyacentes en los mismos.
Existe suficiente evidencia empírica sobre la cual se puede sostener que las políticas de libre mercado tuvieron un rol fundamental en todos los milagros económicos antes señalados, con diferentes grados de determinación sobre el éxito de los mismos. Pues al margen de las intervenciones estatales jugada por los respectivos gobiernos en cada uno estos casos, las mismas siempre apuntaron a crear relaciones de amistad entre el mercado y el Estado. Se priorizaban los objetivos a medio y largo plazo. Y donde el crecimiento económico sostenido dependiera más de la intensidad y la calidad de los factores productivos, sea el capital físico y humano, así como de la productividad de éstos y de la capacidad competitiva y de adaptación de los mismos frente a sus entornos cambiantes, que de las coyunturas circunstanciales favorables a los mismos.
Otro elemento que hay que destacar como conclusión final es que tanto los factores endógenos como el contexto internacional no se pueden desasociar cuando buscamos comprender los milagros económicos. Pues el hábil y pertinente manejo de las coyunturas favorables a los mismos, por parte de sus élites gobernantes y actores económicos que los lideraron, fueron un factor determinante en el éxito de estos.
El autor es abogado y politólogo mención Relaciones Internacionales (UCV) cuenta con postgrados en: Negociaciones Económicas Internacionales del Instituto de altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, y es MBA y Máster en Finanzas FEN U. de Chile.
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