Alberdi, la indómita luz
Fue el pensador y el arquitecto institucional de la Argentina República, de la Argentina Democracia, de la Argentina libre. Al decir de Paul Groussac fue «el cerebro más comprensivo, el espíritu más hábil y sagaz de su generación, que es la gran generación argentina».
La luz que irradia su obra es tan grande que a pesar de no estar en la «historia oficial» de distintos funcionarios, pensadores e historiadores y de no tener espacio en los textos que forman la currícula impuesta en escuelas, colegios y universidades, aún hoy sus ideas y acciones persisten y proyectan un futuro promisorio para el país.
Es el pensador más importante de las instituciones argentinas. Escribo estas líneas con el propósito de que los jóvenes conozcan al prócer olvidado.
Infancia y Belgrano
Nació en el año de la revolución, un 29 de agosto de 1810 en Tucumán muy cerca del cabildo. «El campo de las glorias de mi Patria, es también el de las delicias de mi infancia. Ambos éramos niños, la Patria Argentina tenía mis propios años». Su padre, Salvador Alberdi, era amigo del General Belgrano. «Más de una vez jugué con los canoncitos que servían a los estudios académicos de sus oficiales en el tapiz del salón de su casa…». Revolución, Belgrano y educación quedaron grabados para siempre y estuvieron presentes en toda su vida. «Por nosotros el virtuoso General Belgrano se arrojó en los brazos de la mendicidad desprendiéndose de toda su fortuna que consagró a la educación de la juventud, porque sabía que por ella propiamente debía dar principio la verdadera revolución».
El músico
Fue uno de los pioneros de la música argentina. Fue compositor y músico. Algunas de sus obras llegan hasta nuestros días. Se pueden encontrar en Spotify. La artista Valentina Díaz Frenot interpreta diversos temas en un álbum que se llama 200 años de música argentina para piano. Alberdi comparte el álbum con diversos autores entre ellos Astor Piazzolla. Sus dos primeros libros fueron «Ensayo de un método nuevo para aprender a tocar el piano con mayor facilidad» y luego «El Espíritu de la música a la capacidad de todo el mundo.» Además de compositor era pianista. Tocaba en la casa de su amiga Margarita Sánchez de Thompson. Allí se escuchó por primera vez en mayo de 1813 el Himno Nacional Argentino con la presencia de Blas Parera y Vicente López y Planes.
El revolucionario
Formó con los jóvenes de su Generación una logia llamada Asociación de Mayo y la Joven Argentina para luchar contra la Tiranía. Reivindicaban la revolución de mayo. Siendo los más destacados José María Gutiérrez, Miguel Cane, Vicente Fidel López y Esteban Echeverría.
El abogado, jurista y constitucionalista
Hizo una obra sencillamente genial en tiempo récord que cambió la Argentina para siempre. A mi juicio fue más o al menos tan importante como Hamilton en los Estados Unidos. Su libro Bases es una obra extraordinaria y original. Gracias a ella hoy gozamos de un País organizado y de los derechos que nos amparan.
La Argentina con todos
A diferencia de Sarmiento que le recomendaba a Mitre «no trate de economizar sangre de gauchos… la sangre es lo único que tienen de seres humanos». Alberdi le expresaba a Frías «con los gauchos se conquistó la Independencia al mando de los grandes generales. Catequizad, civilizad al gaucho en vez de ofenderlo. El hombre de estado que no sabe comprender eso es un inepto».
El polemista
Sin buscar serlo se convirtió en un fantástico escritor que derrotó al más encumbrado y bravo polemista de su tiempo: Sarmiento. Esos escritos se llamaron Cartas Quillotanas.
Pionero de la educación
Su proyecto de Constitución establecía en el preámbulo «el fomento de la educación popular y el derecho de enseñar y aprender». Su artículo 32 expresaba: La Constitución asegura en beneficio de todas las clases del Estado, la instrucción gratuita, que será sostenida con fondos nacionales destinados de un modo irrevocable y especial a ese destino. Merece señalarse que la gratuidad fue sacada de la Constitución en la reforma de 1860 por una comisión integrada por Mitre y Sarmiento.
El economista
Su libro «Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina según su Constitución de 1853» explica en detalle el sistema que adopta la Argentina y contiene lo que debiera ser el derecho civil de los habitantes. En palabras de Alberdi, «la Constitución es, en materia económica, lo que en todos los ramos del derecho público: la expresión de una revolución en libertad, la consagración de la revolución social de América. Nuestra revolución abrazó la libertad económica, porque ella es el manantial que la Ciencia reconoce a la riqueza de las naciones».
El pacifista
En sus escritos póstumos se encuentra uno de los mejores libros de la humanidad en contra de la guerra. «El Crimen de la guerra». Notable alegato antibelicista. Libro que fue elogiado por Mario Vargas Llosa a quien pude entregar un ejemplar en su visita a Mendoza.
El biógrafo
Realizó dos fantásticas biografías del General Bulnes, presidente de Chile y del empresario William Wheelwright. Alberdi llamaba a los empresarios «Los héroes de la paz». Generaban riqueza y trabajo.
El periodista
Además de ejercer como periodista en multiplicidad de medios propios y ajenos de la Argentina, Chile y Uruguay fue el fundador de la primera revista argentina llamada «La Moda».
El americanista
Con motivo de la reválida de su título en Chile, Alberdi presentó un trabajo para ser evaluado por un tribunal de la facultad de derecho de la Universidad de Chile en 1844. El trabajo se llamó «Memoria sobre la Conveniencia y objeto de un Congreso General Americano».
Ciento cuatro años antes de la creación de la OEA, Alberdi produjo este escrito cuya aplicación sin dudas hubiera producido mejores resultados. El Congreso General Americano tendría por objeto, entre otras cosas:
- Arreglo de los límites territoriales.
- Aplicación del principio de libertad de ríos y mares al Derecho Marítimo.
- Unión Continental de Comercio. Uniformidad de monedas y comunidad universitaria.
- Garantía a los autores de inventos científicos, literarios, etc.
Establecía que el derecho y práctica de la intervención no puede ser abolido donde haya comunidad de intereses. No puede haber neutralidad. La América tendrá siempre el derecho de intervenir en una parte de ella. El órgano está sujeto al cuerpo, la parte al todo. La intervención en América es tradición desde 1810. La revolución se salvó por ella. La neutralidad la habría hecho sucumbir. Argentina intervino en Chile, Chile y Argentina en el Perú. América se salvó por esos actos.
El diplomático
Luego de la revolución porteña del 11 de setiembre para no integrarse a las provincias unidas Urquiza lo nombró encargado de negocios de la Confederación ante Inglaterra, Francia, España y el Vaticano. Los dos objetivos más importantes eran evitar la secesión de Buenos Aires y conseguir el reconocimiento de la Independencia por parte de España.
Se reúne con la Reina Isabel II y el 29 de abril de 1857 firma el reconocimiento de la Independencia Argentina por parte de España. Gracias al tratado Buenos Aires era considerada definitivamente parte accesoria y complementaria de la Nación. «He firmado señor estos tratados como todos los actos de mi vida pública, sin temor, sin interés, sin vanidad, con la convicción tranquila de que hacía un gran bien a la República».
En palabras del historiador Jorge Mayer: «Los servicios que prestó y el triunfo que obtuvo al evitar la secesión de Buenos Aires son más trascendentes, más altos que la lección de las bases puesto que si estas fueron la guía decisiva para la nueva organización institucional, sus trabajos diplomáticos preservaron la existencia misma de la patria».
La Argentina le debe un reconocimiento a Alberdi que todavía no tiene. Tuvo una vida dedicada a las políticas públicas de su país desde el intelecto y desde la acción.
Señaló que en América «gobernar es poblar» y este principio hizo que la Argentina viera crecer su población de tal forma que fue admirada en el mundo. Un país desierto que se pobló de inmigrantes.
Nos explicó como nadie la distinción de las dos revoluciones al decirnos: «El día que América Meridional cantó: Oíd mortales, el grito sagrado: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! Oíd el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad…Ese día comenzó un cambio, del que hasta hoy no ha tenido toda la conciencia…Tener libertad política y no tener libertad artística, filosófica, industrial es tener libres los brazos y la cabeza encadenada… Nuestros padres nos dieron una independencia material: a nosotros nos toca la conquista de una civilización propia: la conquista del genio americano. Dos cadenas nos ataban a la Europa: uno material que tronó, otra inteligente que vive aún. Nuestros padres rompieron la una por la espada, nosotros romperemos la otra por el pensamiento.»
Fue el primero en mostrarnos la importancia de la educación. «Nuestro pueblo no carece de pan, sino de educación, pues aquí tenemos un pauperismo mental. Nuestro pueblo argentino muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos en el arte de enriquecer».
Hoy el país retoma la senda de la Constitución. El camino de la libertad. Es mi deseo que la Argentina pueda iluminarse con la luz del bienestar y del progreso. Con la indómita e incandescente luz de Alberdi y su obra.
El autor es titular de la Cátedra Alberdi.
- 23 de enero, 2009
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