No acertaron: Por qué los encuestadores juzgaron equivocadamente las elecciones de 2024 – Parte 2

Aquí puede verse la Parte 1.

Una segunda lección en 2024 podría significar la sentencia de muerte para la Iniciativa o el Pacto del Voto Popular Nacional (NPV por su sigla en inglés), una propuesta que sus defensores impulsan con el objetivo de evitar las “contradicciones” electorales por las que el candidato presidencial que gana el voto popular pierde en el Colegio Electoral. El pacto fue propuesto por primera vez en 2006. pero cobró nuevos bríos tras la derrota de Hillary Clinton frente a  Donald Trump en 2016.

La implementación del pacto requiere una aceptación por parte de los estados que sume al menos 270 (mayoría simple) de los 538 votos electorales del país.  Esos votos electorales se reparten entre los estados conforme su respectivo número de senadores (dos) más los delegados en la Cámara de Representantes (al menos uno por estado). Aunque no es un estado, el Distrito de Columbia es tratado como si lo fuera y emite tres votos electorales.

De ser acordado por el número de estados requerido, los signatarios del pacto deben emitir sus votos del Colegio Electoral por el candidato que obtenga una pluralidad (el mayor porcentaje) del voto popular nacional, incluso si, como ocurre a menudo con tres o más candidatos presidenciales, el ganador del voto popular es preferido por menos de la mitad de los votantes que acuden a sufragar en todo el país el día de los comicios. Aunque los empates en los votos electorales son posibles (como aconteció en la elección presidencial de 1800), el Colegio Electoral introduce un elemento determinante en las elecciones para la presidencia de Estados Unidos. Además, este sistema evita que los estados más poblados de EE.UU. (actualmente California, Florida, Nueva York, Pensilvania y Texas) puedan anular de manera sistemática las preferencias presidenciales de los ciudadanos de los estados más pequeños.

Si hubiera estado en vigor el 5 de noviembre de 2024, el pacto habría obligado a estados profundamente demócratas como California, Colorado, Hawái, Oregón y Washington a apoyar a Donald Trump cuando se emitan los votos del Colegio Electoral el 17 de diciembre de 2024. Habría anulado las preferencias presidenciales de esos votantes y posiblemente desencadenados disturbios civiles.

En la historia de Estados Unidos, sólo en cinco ocasiones el ganador del voto popular nacional ha perdido en el Colegio Electoral. Un beneficio político a corto plazo para Hillary Clinton en 2016 habría sido desastroso para los demócratas en 2024, obteniendo muchos menos votos electorales que los 226 que se espera reciba el próximo mes la vicepresidenta en funciones, Kamala Harris.

Cuidado con lo que deseas. El Colegio Electoral es una característica de la república constitucional estadounidense, no un error. Fue adoptado en 1787 para evitar la “tiranía de la mayoría” que los Padres Fundadores temían por encima de todo. De hecho, la Cámara de Representantes era entonces la única rama del gobierno federal elegida popularmente.

Dados los resultados de la jornada electoral de 2024, considero que la Iniciativa del Voto Popular Nacional será relegada al basurero de la historia.

Traducido por Gabriel Gasave