Dando gracias por las tiendas que abren en el Día de Acción de Gracias
Ya ha llegado esa época del año. El Día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina, y mañana millones de personas se reunirán con amigos y familiares para celebrar. Al día siguiente, el «Black Friday» dará inicio a la temporada de compras navideñas, ofreciendo una gran cantidad de descuentos.
Una vez más, las rebajas generan controversia. No es tanto que existan, sino el momento en que ocurren.
Cada año se repite el mismo debate sobre las rebajas del Día de Acción de Gracias y el Black Friday. Muchas tiendas abren sus puertas en Acción de Gracias como parte de sus promociones navideñas, lo que genera una fuerte oposición. Quienes critican estas políticas argumentan que abrir las tiendas en un día tan especial va en contra del espíritu de la festividad, que está destinada a ser un momento para compartir con la familia y los amigos.
En particular, muchos argumentan que no es justo que los comercios obliguen a los empleados a trabajar en un día festivo. El año pasado mencioné cómo algunos legisladores propusieron incluso prohibir las ventas al por menor en Acción de Gracias, alegando que estas leyes protegerían a los trabajadores de sus empleadores ávidos de beneficios.
Si bien es comprensible que mucha gente desee pasar sus fiestas junto a sus seres queridos, prohibir a las tiendas que operen en Acción de Gracias es una mala idea tanto para los empleadores como para los empleados por igual.
En primer lugar, es crucial entender por qué los comercios minoristas deciden abrir en el Día de Acción de Gracias. Lo hacen porque hay una demanda por parte de los consumidores. Al responder a las expectativas de los compradores, las empresas buscan maximizar sus ganancias.
Pero ¿qué pasa con el pobre trabajador? A menudo, mucha gente no parece preocuparse realmente por el bienestar de las personas que dirigen las empresas. Se dicen defensores de los derechos de los trabajadores, pero ¿realmente están siendo explotados aquellos que trabajan en Acción de Gracias por sus empleadores, a quienes consideran crueles?
Aunque trabajar en Acción de Gracias puede no ser la primera opción de un trabajador, no es como si Bob Cratchit trabajara para Ebenezer Scrooge. No sólo se paga a los trabajadores por su tiempo, sino que muchos ganan un sueldo extra por trabajar en un día festivo federal (cuando yo trabajaba en el comercio minorista era 1,5 veces más).
Para algunas personas, trabajar en Acción de Gracias puede ser una auténtica bendición. La posibilidad de ganar un dinero extra para las compras navideñas o las facturas proporciona a muchas personas unos ingresos muy necesarios. Quitar la oportunidad de trabajar en Acción de Gracias es como sacar dinero de los bolsillos de la gente. Si alguien no tiene la posibilidad de estar con su familia o amigos durante las fiestas, trabajar puede ser muy preferible a pasar el día en casa en el sofá. Todos conocemos al menos a una persona que considera que pasar tiempo con su familia extendida es una capa especial del Infierno. Para estas personas, tener la opción de trabajar puede ser una gracia salvadora. “Lo siento, tío Lester, me encantaría que me contaras tu excursión al lago por 900ª vez, pero tengo que trabajar”.
Muchos aprovechamos el Día de Acción de Gracias para pasar tiempo con amigos y familiares. Sin duda alguna, hay algunas personas que trabajarán mañana y preferirían quedarse en sus casas. Pero prohibir que los comercios abran en Acción de Gracias puede hacer más mal que bien. Tanto los trabajadores como las tiendas y los consumidores salen perdiendo.
Hay otro punto importante a tener en cuenta para quienes valoramos la libertad. Obligar a las tiendas a cerrar en Acción de Gracias (o para el caso cualquier otro día) no es más que imponer nuestras preferencias a los demás. Obligar a las tiendas a cerrar en Acción de Gracias porque va en contra de los ideales del “tiempo en familia” de algunas personas no es diferente de las leyes que actualmente prohíben la venta de alcohol los domingos en varios estados. Diríamos que esas leyes vulneran nuestros derechos como consumidores y los derechos de los vendedores, y tendríamos razón. Quejarse de que las tiendas abran en Acción de Gracias es fundamentalmente lo mismo.
Traducido por Gabriel Gasave
La autora es investigadora asociada en el Independent Institute y profesora asociada de Economía en el Sykes College of Business de la University of Tampa.
- 28 de diciembre, 2009
- 5 de junio, 2015
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- 3 de julio, 2015
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